Tuvimos la oportunidad de probar Project CARS 2, título de Bandai Namco, que hace un par de años tuviera tan buena aceptación y que de la nada llegó a competir de manera seria contra rivales de alto calibre como Gran Turismo y Forza Motorsport.

Y este otoño parece que será igual. Project CARS 2 trae consigo una experiencia de juego más refinada, nuevas clases y está en una posición más que sólida para eclipsar a más de uno de los nombrados “juegos pesados” del genero Racing, lo único de lo que tiene que asegurarse Slightly Mad Studios es de darle el trabajo necesario.

Si recordamos, en el 2015 con el primer título de Project CARS se nos recordó que un proyecto, llevado con absoluta seriedad, puede ser de lo más controversial si hablamos específicamente del género de simulación. Ya que fue desde el principio  un proyecto ambicioso y que contó con un presupuesto muy limitado, además de que fue financiado bajo un esquema de crowdfunding no antes visto, en donde se ponía a los financiantes de manera directa en el departamento de calidad, y hay que ser honestos, este movimiento osado pagó excelentes dividendos al final del día.

Como juego, se procuró crear una atmósfera excelente, con reglas, un sistema de clima dinámico y más, pero no todo el mundo estaba feliz, ya que existían algunos problemas en el gameplay de consolas y algunos errores persistentes. De manera adicional, algunos detalles prometidos vía DLC nunca llegaron, como la pista ovalada, que estuvo presente en el tiempo de desarrollo pero no en la versión final.

Project CARS 2
Viejas conocidas

Project CARS 2 definitivamente no es una experiencia nueva, pero hasta ahora parece ser una mejora importante sobre su predecesor. Todo se siente más sofisticado y con mejor presentación, con un énfasis claro en generar una experiencia más realista y elegante, algo que es perceptible desde el menú de inicio. El estilo serio y con mucha personalidad hace que recordemos títulos de Activision, EA o de la vieja escuela de Ubisoft, en lugar de seguir con esos bordes aún sin definir de un título indie, el número de circuitos es mayor, teniendo como cifra final 60 pistas, lo mismo pasa con los autos, que ahora son 180. Quizá lo mejor de Project CARS 2 es que no se trata de traer más de lo mismo, como sucede con Gran Turismo y Forza Motorsport en ocasiones, sino que trata de ir más allá y presenta por vez primera el modo Rallycross, convirtiendo de manera automática a Project CARS 2 en una alternativa a lo que nos presenta DiRT4.

Slightly Mad Studios ha continuado su trabajo en la mecánica de manejo también. Sí, hay que ser sinceros, no es algo que sea completamente nuevo o que marque una diferencia enorme, pero los ajustes tan sutiles hacen que sea muy natural el movimiento, además de que la física de los neumáticos y la retroalimentación del volante en el control son efectos que son aún más notables, haciendo que los autos sean más precisos, realistas y lo más importante, divertidos.

Esto es aún más evidente, particularmente en las curvas, hay una nueva sensación de agarre y flexión de los neumáticos que se ven favorecidos con la vibración del control, y con la distribución de peso desestabilizando al vehículo, tal cual sucede en una competencia, sin embargo, en cada vuelta estarás tratando de superar tus limites desafiando de manera constante al desempeño del auto, lo que comparando al juego del 2015, hace que la experiencia no sea para nada artificial.

Algo que es de notar, es que la función force feedback es más fácil de configurar y personalizar. En lugar de tener un menú demasiado técnico, ahora tenemos tres estilos definidos, Immersive que es el modo más fuerte, Informative, que es el más articulado, y Raw, que no tiene ningún tipo de filtro. Todos ellos puedes modificarlos a tu gusto, incluso cuando estas en la pista.

Project CARS 2
Tendrás varias categorias a tu disposición

En el modo carrera no hay mucha novedad, pero la presentación mejorada hace que te dé esa impresión de tener algo completamente nuevo e interesante. Los puntos de temporada, logros y objetivos están mostrados de manera más clara, junto con las condiciones individuales para poder acceder a otras competencias individuales. Lo que se mantiene es la misma tónica del original, empezar desde abajo y alcanzar la gloria en las clases más altas.

El juego lo probamos en un PS4, y a pesar de que se nos informó que era una beta build muy avanzada, presentaba pocos errores gráficos, o baja calidad en algunas texturas. La configuración de los controles es intuitiva, pero bien se puede mejorar la distribución de las funciones de los botones, sin embargo, este problema se elimina al poder personalizar todos los aspectos del control.

Y esto hace que la experiencia sea aún más placentera, haciendo que el manejo sea algo suave y fácil, incluso con la categoría Kart. Si, aun debes ser cuidadoso con los comandos que le das a tu auto, pero una vez controlado este aspecto todo es miel sobre hojuelas.

Corrimos en 6 circuitos, 2 de ellos muy conocidos, como Laguna Seca y el circuito de Cataluña, a bordo de un Nissan GTR y un Audi A1. En ambos casos el manejo fue una delicia, realmente se siente muy pulido el sistema de la física de las llantas, y es apreciable las diferencias tan marcadas en los alcances de cada auto. Probamos la categoría Kart, la cual sigue siendo una pesadilla por la alta sensibilidad con los sticks, quizá hubiera sido mejor tener un volante a disposición para poder calificar de mejor manera la categoría Kart, también probamos la categoría Rallycross que sin duda está muy pulida y puede rivalizar por varios lapsos a lo que hemos experimentado con DiRT 4.

Sin duda, Project CARS 2 pinta para ser una más que grata sorpresa, y será definitivamente un fuerte dolor de cabeza para Gran Turismo Sport y Forza Motorsport 7, especialmente cuando  hay muchas cosas que ya hemos visto en títulos anteriores y en ocasiones el punto de venta de ambas franquicias es el impecable aspecto visual, algo que también está presente el Project CARS 2, pero que complementa con una modalidad nueva y con un trabajo de manejo altamente refinado.