Hace unas semanas se llevó a cabo el Campeonato Mundial de Pokémon, tanto para el juego de cartas (TCG) como para el videojuego (VGC), este último con una situación que ha generado polémica entre todas las comunidades de fans de Pokémon.

El problema que se presentó trata básicamente en la legitimidad de un pokémon, en este caso de un Aegislash capturado en una Dream Ball lo cual es prácticamente imposible. Pero lo más escandaloso de la situación es que el usuario de este popular pokémon fue Ray Rizzo, el tres veces campeón del VGC, algo que sólo empeoró todas las cosas.

El hecho es que muchos fans que andaban viendo el campeonato por el canal de Twitch de Pokémon se dieron cuenta del problema con el Aegislash y gracias a las redes sociales no tardó en difundirse los screenshots junto con mensajes que exigían la  descalificación –que aun así ya había sido eliminado de la competencia por otro participante– o cualquier otra medida como negarle la participación en futuras competencias. Otro sector del fandom, más allá de defenderlo, han intentado ser objetivos diciendo que no hay problema, ya que el que tenga una Pokebola imposible no afecta el que tenga ataques o estadísticas ilegales, por supuesto que esto es sabiendo que Ray Rizzo declaró en su Facebook que el pokémon es una cría y que la madre es la que le heredó la Dream Ball.

 

 

Toda esa situación ya pasó por lo menos hace dos semanas, pero sólo fue el inicio (o reinicio) a una polémica entre los fans. ¿Hasta qué punto es válido el uso de monstruos de bolsillos generados por medios externos? De hecho es curioso que la bomba interna de los fans haya explotado con una Dream Ball que no da ventajas a nadie, porque en generaciones anteriores se veían a muchos de los pokémon legendarios permitidos en su forma Shiny (Variocolor) y que aparentemente tenían IVs perfectos, incluso unos con Hidden Power (Poder Oculto) muy específicos y con el máximo poder. En pocas palabras, es algo que posiblemente ha sido más evidente que nunca y nadie había dicho nada.

Si bien no es imposible conseguir pokémon shinies perfectos, el lograrlo es muy difícil y más si se trata de legendarios, aunque con estos últimos ya se ha comenzado a implementar medidas como el que nunca salgan shiny o que ya tengan 31 IVs en tres de sus seis estadísticas para evitar el uso de programas modificadores. Aún con las facilidades que se ofrecen actualmente es difícil frenar las ilegalidades de generar o modificar el juego con programas externos, la mayoría escudándose que no tiene demasiado tiempo para dedicarle al juego.

He ahí el dilema de Pokémon, mientras que unos le dedican el tiempo a la crianza y el entrenamiento en el juego, otros recurren a usar generadores o modificadores externos para evitar ahorrarse el tiempo de entrenamiento y eclosionar huevos; el debate divide el fandom en lo que respecta a torneos oficiales. Hay que recordar que aunque se haga uso de algún pokémon generado y no un (llamémosle) entrenado, éstos pueden ser perfectamente  legales porque pasan unos chequeos, por lo tanto sólo reduce el tiempo o se toma un atajo (como muchos le dicen).

 

 

¿Debería The Pokemon Company realizar chequeos más estrictos y negarle la participación a todos los que generen sus pokémon de otros programas? Por reglamento y la ilegalidad de la procedencia de esos monstruos de bolsillo, sin duda alguna deberían ser sancionados, no hay justificación alguna para recurrir a métodos ilegales. Pero también hay que reconocer que muchos fans siguen adquiriendo los juegos desde la primera generación y tratando de participar en el aspecto competitivo del juego, ¿acaso no merecen ellos la oportunidad de seguir disfrutando del juego y sus competencias?

Leyendo diversos comentarios por la amplia red que es el internet, encontré dos ejemplos que a mi parecer son bastante válidos para ambas posturas (si tratamos de ser justos). Uno nos dice que un conductor de Fórmula 1 no se dedica a diseñar y construir el auto, por el otro lado se nos menciona que alguien que quisiera estudiar una segunda carrera no podría decir que no tiene tiempo y entonces comprar el título de su segunda carrera.

En mi opinión, ambos lados tienen puntos a su favor, pero no puedo defender los “atajos” porque a fin de cuentas son ilegales y, por si fuera poco, Pokémon X/Y ha dado las facilidades para conseguir pokémon perfectos. Quizá se debería buscar una manera de dar más facilidades de entrenamiento o, en un caso más drástico, ofrecer por un precio un software legal que sea parecido a estos programas generadores o modificadores y que tengan ciertas limitantes para no matar la esencia del juego.

Me gustaría saber su opinión al respecto e insisto en que si queremos un juego limpio y justo, prediquemos cada uno con el ejemplo, no recurran al software ilegal que sólo perjudica al videojuego y a todos los que lo jugamos. Ya es suficiente con el descontrol por el pokémon con habilidad oculta que ni siquiera se puede conseguir aún, pero eso es para otro momento.