Varios rompecabezas dirigidos al mercado casual se orientan mucho en la física y otros tantos se basan en el desarrollo de una secuencia de acciones que te llevan de un punto A a un punto B (algo que los desarrolladores de juegos deben saber desde un principio y los testers intentan varias veces para poder entregar un programa de computadora).

Nebulous, un juego desarrollado por Namazu Studios llega al Xbox One con la premisa de intentar salir de los juegos del montón con una propuesta que combina el uso de la física del juego y la secuenciación de las acciones para resolver los diferentes acertijos que conlleva un juego que tiene toques de ciencia ficción y toda la mala leche que puede tener una damisela en apuros con mala actitud.

¡SIGO CAYENDO!

En Nebulous, tienes el control de un extraño ser que dirige el destino del Comandante Dash Johnson, un petulante astronauta que de pronto ha caído en un misterioso hoyo de gusano (un fenómeno astronómico que hace que un objeto sea transportado a otro punto de la galaxia en segundos) y este alejado de su transbordador y en una eterna caída libre.

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¡Woooooooaaaaaaaaaaaaaaaargh!

El juego es un rompecabezas donde deberás acomodar las piezas que tengas a la mano en pantalla -y que se puedan mover, por supuesto-, para permitir que el astronauta caiga de su punto de salida al siguiente hoyo de gusano sin sufrir ningún daño, que este se representa al golpear los bordes de la pantalla, quedarse atorado en un obstáculo o caer en una trampa mortal.

Las piezas en pantalla te permitirán aprovechar la física para modificar la trayectoria de la caída del astronauta, y así también permitir que toque unas estrellas en pantalla las cuales mejoran la calificación de la jugada. Hazlo rápido, en el menor número de intentos y con todas las estrellas y tendrás la mejor calificación.

Pero no es tan fácil la premisa, pues deberás conocer bien los elementos que tienes en pantalla, y seguramente en los primeros intentos estarás manejándolo a base de prueba y error, para después considerar revisar bien la última movida que hiciste y repetir el nivel para sacar la mejor calificación.

Además, en los niveles mas avanzados, deberás considerar que habrá más hoyos de gusano que harán que el astronauta se vaya de una pantalla a otra, así que tendrás también que cambiar rápido de pantalla para saber donde caerá y predecir los siguientes obstáculos que podrían matarlo.

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La pantalla contiene todos los controles necesarios para avanzar entre nivel y nivel sin tener que usar todos los botones, pero es tedioso.

PROGRAMANDO CON EL PEOR JEFE QUE HAYAS IMAGINADO

En cuanto a la trama del juego, podemos ver que esta se va destapando poco a poco en los cuarenta niveles que dura el juego, donde Johnson no dudará en llenarte de insultos cada vez que te atoras en un nivel, con insultos que meten aún mas presión al jugador conforme intentas resolver cada uno de los rompecabezas. Peor aún, habrá momentos en que mejor desearías que el astronauta se mate todas las veces que sean necesarias.

La actuación de voz de ese personaje sin duda es bastante buena y lo suficientemente creíble para que, si accidentalmente conoces en persona al actor quieras darle un derechazo por su mala leche. De hecho, debemos poner también atención a sus diálogos, pues en medio de todo ese monólogo veremos que tu personaje (el que controla los paneles y, por tanto, el destino del astronauta) intentará hablar pero primero serán intentos infructuosos de comunicación con ruidos extraños.

Como lo habrán notado en el título, este juego es genial para aquellos que les interese la programación, ya sea para desarrollo o pruebas, debido a que tendrán que deducir las posibilidades de que el astronauta se golpee o siga avanzando. De hecho, podrás de pronto intentar algo «fuera de la caja» y jugadas más atrevidas. Aunque sí, ármate de mucha paciencia antes de que le diga el astronauta a tu personaje que «tu padre era un buen ladrón, pues se quedó con tus neuronas» o «me parece que la evolución funcionó al revés en este planeta».

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Sin duda, la historia de este juego debería estar considerado en una narrativa moderna de un círculo del infierno de Dante.

En cuanto al apartado gráfico estamos teniendo un juego con gráficos de vieja escuela y que parecen no aprovechar el poder gráfico de la Xbox One. La música incidental, tiene un tono atmosférico y ayuda un poco a sobrellevar un juego tan tenso. Los efectos de sonido son otro punto a resaltar, sobretodo en la parte de escuchar los gritos del astronauta cuando está cayendo o rueda en algún obstáculo dejando una sensación de satisfacción de verlo sufrir un poco después del siguiente insulto ingenioso que suelta nuestro conejillo de Indias.

Créanlo o no, el juego me hizo pensar que estaba en ese episodio de Daffy Duck donde su entorno y su personaje son modificados por un dibujante misterioso y tiene que estar tratando de adaptarse a su entorno tan cambiante.

El punto débil radica en un control un poco roto que, desde el inicio del juego, te hará notar que estás viendo las cosas en primera persona, pero no se preocupa en dejar separado el control direccional para mover los objetos y el control para ajustar la cámara. De hecho, cuando mueves un objeto la cámara también se mueve generando por momentos situaciones incómodas cuando se atora un objeto en pantalla y la cámara sigue por su lado.

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Sólo faltó en este juego que te permitieran ver tu cara de satisfacción por hacer sufrir a un tipo tan prepotente sin matarlo.

Los botones son sencillos, con el mismo botón puedes seleccionar un objeto, quitar su selección, cambiar de pantalla o presionar el botón de reproducir o detener para que el astronauta caiga o detener la acción para revisar el entorno y corregir los errores, una muestra clara que el juego fue desarrollado originalmente para un entorno de juego más sencillo. No obstante, Namazu adaptó el control para que otros botones pudieran funcionar como acciones rápidas como usar los gatillos para arrancar o detener la acción o incluso un botón de avance rápido para evitar el repetir una pantalla que ya esta superada y concentrarnos en la que sigue.

El juego es corto, sus cuarenta niveles, aunque difíciles de superar, no duran tanto y estoy seguro que no van a intentar sacar las tres estrellas de algunos niveles pues será un tormento llevar al astronauta a la salida. Es más, algunos jugadores casuales desearán dejar el control pronto, cansados de fallar y fallar y de oír a un astronauta melindroso insultarlos.

Nebulous es un juego que va a quedar en el montón y quizá entre todos esos juegos que instalas y luego dejas en la lista de pendientes, y después en la lista de «borrar cuando se me acabe el espacio en disco duro». No vale el precio actual que tiene en la tienda en línea y, si les interesa jugarlo, esperen a que tenga un buen descuento.

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