No hay mucho que podamos agregar sobre Dark Souls, al menos algo que no sepamos. Sabemos que es un juego creado por Hidetaka Miyazaki, producido por FromSoftware y que crearon una base de fanáticos que buscaría el desafío a través de la alta dificultad que ofrece el título. Fue tanto el éxito y la aceptación del título que produjo dos secuelas de la misma entrega, una secuela espiritual, y una serie de juegos que tomaban sus mecánicas para presentar una historia diferente (dificultad, enemigos colosales y elementos de exploración), los famosos “Juegos Souls”; todos derivado de lo que hizo Demon’s Souls como experimento, ahora considerado un juego de culto. Entonces, si conocemos el impacto que ha tenido el título, tanto en el nivel de los jugadores como en otros títulos de “Tipo Souls” ¿Qué puede ofrecer este juego RPG con elemento de Dungeon Crawler, ahora en su versión para PlayStation 4, Xbox One y una nueva remasterización en PC? Aunque parezca sorprendente, una experiencia completamente nueva para todos los jugadores. Sin importar si has renacido como un nuevo no muerto o has cumplido el destino de tu especie, no importa: Hay algo que buscará matarte. 

Tomamos el papel de un no muerto, cuyo destino es morir en una prisión. Pero una leyenda indica que un no muerto podrá escapar de ahí a pesar de todos los retos que le impidan escapar para llegar a Lordran y conseguir las almas de aquellos que acabaron con los dragones, provocando el fin de la Era del Fuego y dando inicio a la Era de la Ceniza. Una vez en Lordran, será nuestro deber cumplir ciertos requisitos que tanto el entorno como los habitantes de este lugar nos indicarán para llegar a nuestra meta final, cumpliendo el ciclo al que estamos destinados, o uno que provoque la perdición de lo poco que queda de humanidad.[/caption] 

Lo primero que se debe resaltar en esta nueva versión del juego es su llegada a la nueva generación de consolas, es decir, para todos los sistemas PlayStation 4, Xbox One (y todas sus versiones) y PC, y lo que esto conlleva: sus 

respectivas mejoras para cada sistema. En un PS4 y Xbox One normal, Dark Souls Remastered se juega en 1080p a 60 cuadros por segundo, lo que lo hace el primer juego de la franquicia en cumplir estos requisitos para consolas. En su versión de PC también repara algunos de los errores con los que contaba en su primer versión. Por supuesto, para las versiones de PS4 Pro y Xbox One X es posible jugarlo a 4K con los mismos 60 cuadros. No solo eso: para todos, las texturas fueron rediseñadas para darles un toque más realista y detallado. Es sorprendente que varios detalles, como lo son el ambiente, los enemigos, el personaje, y objetos extras (como flamas, antorchas, incluso los ítems que puedan ser recolectados) hayan sido mejorados a lo que se podía jugar en la generación pasada. Esta optimización le entregará al jugador, no solo una experiencia estable, sino una sensación que podría ser denominada como “La primera vez” que vuelves a jugar este título. Es como si jamás hubieses visto tan a detalle todo lo que te rodea. Un ejemplo de esto es el Pantano de la Ciudad Infestada, una zona que en la generación pasada tenía caídas de cuadro que alentaban todo movimiento, salvo una ligera transición que hacía que el título recuperara un poco de estabilidad. En esta edición, incluso en las versiones normales de los sistemas, el juego se mantiene estable y fluido. 

Para aquellos que se encuentren con esta versión siendo su primera vez en la franquicia o en el género, encontrarán un juego que es enteramente desafiante y demandante más que injusto. Porque a pesar de sus retos y su alta curva de aprendizaje, siempre hay una forma de derrotar a todos los oponentes. Las mecánicas son sencillas: Tienes un arma y un escudo que son controlados por todos los botones laterales. Podemos hacer cambios entre dos diferentes armas en cada mano. La variedad de armas te permite tener un combate personalizado. Puedes enfrentarte a los enemigos a corta o mediana distancia, aprovechar un uso efectivo de la defensa o atacar a distancia con ballestas o bastones mágicos. El peso de todos estos objetos, junto con el de la armadura que el usuario elija equipar, son factores determinantes para poder esquivar y contraatacar a tiempo. El peso puede ser un factor que estará en tu contra o a favor dependiendo de las circunstancias. 

 

La historia de este juego no está contada a través de un argumento y cinemáticas únicamente. Todos los objetos que te encuentres, junto con los personajes que se atraviesan en tu cruzada, te darán un poco de contexto para que entiendas que es lo que ocurre o lo que ocurrió antes de tu llegada al mundo. Después de eso, estará en manos del jugador deducir el resultado, uso y efectividad de cada objeto tras tenerlo en tu poder. Incluso la vida de los NPC estará en tu control. Un cambio sustancial es la selección de facciones. Hay líderes que, dependiendo de sus funciones en el mundo, podrán influir en las actitudes de ciertos enemigos o permitirte abrir puertas y desbloqueables. Antes era necesario que cruzaras todo el juego para llegar a donde se encontraba la facción, y volver a unirte. Ahora sólo es necesario descansar en una hoguera y elegir el clan del que desees formar. 

Como había mencionado anteriormente, los que conozcan el título podrán encontrar una experiencia similar a la primera vez que tomaron el control en este mundo desafiante. Las acciones a las que nos encontramos familiarizados como el esquivar y rodar se sentirán completamente diferentes gracias a la velocidad que corre el título. Tendrás que adaptarte nuevamente para conocer el tiempo exacto para esquivar. Lo mismo sucede con Repeler un ataque con el escudo. Es sorprendente lo preciso que se vuelve este juego para una acción que es simbólica en la franquicia, y lo complicada o sencilla que puede volverse. 

El apartado gráfico no fue el único aspecto que ha sido mejorado. También se trabajó de manera detallada en el apartado auditivo. 

 

Por ejemplo, el caso del comienzo. Al ser liberado en la prisión, un soldado termina lastimado por una piedra que destroza una pared. Lo que se escucha al hablar con el jugador es cómo resuena a través de la celda su voz en forma de eco, al menos en la versión de PS3. Al jugarlo en su versión remasterizada, los niveles de sonido y dirección de los mismos cambian para que sean más controlados y realistas, lo mismo sucede en el resto del título, donde cada rugido, pisada, incluso aliento del personaje, son perceptibles con una claridad sorprendente. 

El juego es la misma versión de lo que vimos en 2011 con sus respectivas mejoras. Eso quiere decir que el juego no incluye ninguna opción extra o algún apartado que agregue algún objeto extra. Normalmente en las remasterizaciones contamos con ciertos bonus que expanden el contenido del mismo, tales como detrás de cámaras, videos, diseños o bocetos de personajes, niveles, enemigos, etc. Sin embargo, Dark Souls carece de todos estos complementos. Hay una opción que difiere de su edición anterior, y es que el jugador puede elegir entre un control personalizado o usar los comandos predeterminados. 

 

 

Con base en todo esto, hay dos preguntas que podrían ser respondidas. La primera es para aquellos que quieran probar este juego. ¿Es para mi? Es una realidad de que el título es desafiante y demandante. Todas las reglas hacen que el jugador deba poner atención a cada segundo para evitar cometer un error. Gracias a las mejoras técnicas y gráficas, podemos decir que tenemos la versión definitiva del título, lo que permitirá disfrutar de una experiencia que muchos habrían deseado vivir hace siete años en sus primeros días de lanzamiento. 

La segunda sería: Si ya jugué y terminé la versión original, ¿Vale la pena que consiga esta edición? Con todo el trabajo rediseñado y con las mejoras en algunas opciones, el título tiene todo lo necesario para ser disfrutado como una nueva experiencia. Dependerá del criterio del fan si es que quiera volver a repetir todo, pero si lo hace, puedo asegurar que no se arrepentirá. 

Estarás solo y lejos de toda esperanza en este mundo. Nada de lo que hagas será sorprendente para nadie. Y al final tus decisiones decidirán el destino de todos. Adelante, ser hueco sin alma. Adelante, soldado en una cruzada que no pediste. Este es el destino de todos los que entren a Lordran. Alabado sea el sol. 

 

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