Sabíamos que llegaría el momento en el que un nuevo Call of Duty llegaría a las consolas. Las entregas anuales de la franquicia posiblemente ya habían pasado por un fuerte proceso de críticas por parte de la comunidad, apelando a que la historia poco a poco perdía una verdadera esencia que mostrara un punto de vista del conflicto más realista, pues ahora los juegos de guerra más bien parecen una fiesta, sumándole el no entregar un título con una campaña. 

Poco a poco fueron mostrando su contenido, y parecería que todo aquello que distinguía a este juego de otras marcas podría estar regresando. ¿Es Modern Warfare una buena entrega, digna de aquel primer juego dirigido por Vince Zampella en 2007? 

Un nuevo acto terrorista pone al mundo en peligro, cuando el intento de recuperar un gas peligroso por parte de la CIA es impedido por fuerzas rusas. Al mismo tiempo, una intervención militar rusa al país Urzukistan levantará una revolución y resistencia por parte de sus pobladores. Sin embargo, todo apunta a que el líder terrorista de Al-Qatala estaría detrás de todo esto. Es ahí donde controlaremos a un soldado de distintas facciones: Alex de la CIA, Gaz Garrick de la SAS, Farah Karim de la resistencia de Urzikistan, trabajando juntos y coordinados por el legendario Capitán John Price, todo con el objetivo de detener un posible holocausto terrorista de gran escala.

Sabemos que llevar el nombre de Modern Warfare y ser un Remake de la clásica serie representaría un nuevo reto, pues tendría que estar a la altura de lo que muchos fanáticos consideran el mejor juego de la franquicia.  

Con los problemas actuales del mundo había mucha tela que cortar, y por supuesto, los conflictos del medio oriente están a la orden del día. Desde los primeros avances vimos que muchos de sus ambientes tocarían temas como el terrorismo, pero de una forma más delicada, ya no como actos de gran escala, pero si de una forma más directa y en la que nosotros si formaríamos parte. 

 A pesar de que la violencia es más gráfica, no hay mucha diferencia de lo que ya nos hemos encontrado en entregas anteriores o en juegos similares. Pongamos un ejemplo: La escena en la que nos hacemos partícipes de una explosión nuclear en aquel primer Modern Warfare en donde nuestros compañeros sufren las afectaciones de la radiación es una imagen que en su momento hiela la sangre. Aquí, en las primeras misiones, vemos la escena del terrorista que dispara a sangre fría a los ocupantes de un vehículo, sin embargo, la acción a tu alrededor no permite que “aprecies” de manera correcta dicha escena pues por todos lados comenzarán a dispararte. 

Siendo el principal atractivo el segmento de tiroteos, Modern Warfare se siente bastante fluido. El diseño de niveles en ese caso si es de admirar, pues, aunque respeta la clásica linealidad de ir de un punto A al B, habrá segmentos ligeramente abiertos para que puedas cubrirlos de la manera que desees, como colocar una bomba en ciertas zonas, y tendrás que tomar el mejor camino para evitar perder constantemente. La historia ya no es narrada con documentos e informes que constantemente despliegan flashazos en la pantalla. Ahora todo tiene un acercamiento más cinemático y pasará en tiempo real cuando debas tomar el control de cada personaje. En consolas al menos es más notoria la transición de un momento a otro por parte del trabajo gráfico y sonoro, pero serán segmentos menores por las cuales no tenemos que preocuparnos. Lo mismo va con sus tiempos de carga que, salvo la vez en la que vuelves a cargar una partida al momento de encender la consola si tardará, pero todo con el objetivo de tener una historia fluida en cada momento.   

Si la guerra ha evolucionado, nosotros también tendremos que hacerlo. El sistema de regeneración de salud automática ha regresado, pero se siente menos marcado a darnos la ventaja como en viejas entregas. Ahora en los tiroteos también podremos cubrirnos entre las orillas de una ventana o puerta para apuntar desde un sitio seguro. También se ha añadido una pequeña mejora al correr conocida como “Carrera estratégica”, presionando el stick izquierdo dos veces para incrementar tu velocidad por unos instantes. El elemento tecnológico ahora se enfoca en elementos más reales que en otras sagas. Olviden el concepto de exoesqueleto en una guerra futurista. Ahora los drones y cámaras de vigilancia formarán parte de la experiencia de juego, ya sea para dar un comando u orden, o para derribar vehículos aéreos que se convierten en un poderoso rival.

Gracias al correcto desempeño de su nuevo motor gráfico y en una excelente mezcla de sonido podemos disfrutar de un juego que en verdad se siente distinto. El último exponente de la franquicia, al menos para consolas, mostraba una calidad gráfica bastante mediana en sus aspectos generales, así como en su mapa Battle Royale con texturas que no cargaban de manera correcta o se apreciaban modelos que aparecían de la nada. En esta ocasión y con una sorprendente taza de 60 fps, el juego fluye bastante bien en cualquiera de sus presentaciones, y si optas por jugarlo en una PC bien equipada podrás disfrutar de la tecnología Ray Tracing, mostrado el verdadero ambiente que los desarrolladores desearon implementar con este juego. El sonido, como ya dijimos, se vuelve parte esencial de esta entrega. No mentimos al decir que cada uno de los efectos que tiene hace que todo se vuelva mucho más inmersivo. Las pisadas de los rivales mientras intentan emboscarte, soldados que jadean al correr, y el correcto uso de las armas cuando despliegan cada una de sus municiones, todo se convierte en una sorprendente mezcla que en ningún momento presentó una falla o limitante al momento de jugar. Esto tanto en la experiencia Single como Multiplayer.

Ahora pasemos a la segunda parte relevante del juego, pues con todo lo que ha traído la campaña y sus respectivas mejoras, tendríamos que encontrarlo de igual manera en el multiplayer. Sin embargo, hay algunos detalles que mencionar respecto a su diseño. Pero vayamos por partes.

Siendo parte clave de la franquicia (y el único motivo por el cual existe Black OPS IIII), el multiplayer trae todo lo que funcionó durante sus entregas anteriores simplificado en diversas casillas que explican cada una de sus funciones. Con el menú de armas, y hasta que puedas llegar a un nivel en específico, contarás con 6 distintas clases de estrategia con la posibilidad de tener 6 lotes personalizados de armas. Nuevamente cada una puede tener un aditamento, pero es de admirar que cada arma pueda ser personalizada hasta modificar de manera sustancial su apariencia. También le puedes añadir otros detalles como stickers o llaveros que irás desbloqueando de una forma específica: Diversas tareas que cubrir para obtener desde skin de armas, banners especiales para el jugador, para que al final obtengas una mejora profesional de cierta arma.

Regresaron las clases de Especialistas, pero estas se han convertido más en un aspecto meramente estético que en uno de estrategia. Regresando a la idea de que todo este conflicto es más realista, encontraremos distintos soldados cuya habilidad verdaderamente será reflejada con nuestras habilidades. Nuevamente encontraremos perks con habilidades permanentes, y Kill streaks más variados y que podremos personalizar a nuestro gusto.

También contaremos con una habilidad especial que se recargará conforme pase el tiempo o mientras nuestra cantidad de bajas sea constante. Activándose con los dos bumpers podremos obtener desde un pequeño radar personal para identificar rivales, recargar municiones, o recuperar el punto estratégico de aparición en el mapa.

Los modos de juego siguen siendo la mayoría los que hemos visto anteriormente. La mayoría se sigue rigiendo por un sistema de obtener puntos con bajas o cumpliendo el objetivo de la misión seleccionada. La variedad de mapas es algo promedio, pero en donde falla es en su diseño de niveles. La mayoría de partidas buscan ser conflictos de 6 contra 6 jugadores, pero en ocasiones tendrás partidas de 10 vs 10 y el caos que entrega es poco familiar. Cuando te encuentras en mapas grandes encontrarás que la mayoría son laberintos en los que cualquier jugador podrá esperar en las sombras sin hacer ningún movimiento, solo esperando atacar. También es raro encontrar un conflicto más directo aquí, concluyendo la mayoría de partidas por el límite de tiempo más que por alcanzar las bajas o, en su defecto y como hemos mencionado, por los clásicos camperos que a la distancia ya te habrán identificado.

Por último, el añadido principal del juego viene en sus diversos modos de juego que, aunque son atractivos, desafortunadamente uno de ellos no es permanente. La carta de presentación del multiplayer siempre constó de misiones en la oscuridad, y vaya que es un modo adictivo y que en realidad pone a prueba a todos los jugadores tanto nuevos como veteranos, pues cada disparo correcto cuenta. Para hacerlo más realista se encuentra inspirado en los modos Hardcore, donde el HUD desaparece para darle prioridad a toda la acción presente. La mala noticia es que sólo se activa por cierto tiempo, y para darle más relevancia a los nuevos mapas o modos se desactiva cada cierto tiempo y no puede ser seleccionada en la lista de filtros de modo de juego. Los dos modos permanentes que tiene el juego son Gunfighter y GroundWar. En el primero son enfrentamientos de 2vs2 con armas predeterminadas en un espacio más reducido para apelar al contacto directo. Mientras que GroundWar es un concepto que hemos visto presente en otro juego multiplayer bélico: Formas parte de un escuadrón de 32 jugadores por equipo. Cinco puntos repartidos en mapas colosales con la intención de capturar cada uno de ellos y acumular puntos mientras defendemos o adquirimos cada punto estratégico. El correcto uso de vehículos aéreos y terrestres será de gran ventaja para los jugadores que deseen un conflicto a gran escala .

Para cerrar el segmento multiplayer, debemos hacer su fuerte mención al formato que eligieron al ahora permitir un entorno en Cross-Play. Afortunadamente se ha trabajado de manera correcta en el, y en muchos sentidos es una experiencia estable y desafiante, debido a que encontrarás a una gran variedad de jugadores con sus propios parámetros de juego: Si son en Consolas o PC y si tienen periféricos como Teclados o mouse o un control dedicado. Las partidas no se sienten desequilibradas y en más de una ocasión debía recordar alternar dicho modo (por cuestión personal) ya que como mencioné antes, todo dependerá de tu habilidad como jugador.

En definitiva, Call of Duty Modern Warfare es una grato retorno a los primeros pasos de esta franquicia. Es cierto que ya hemos visto mucho de lo que ofrecen estos juegos, pero al menos la fórmula puede resistir un poco más de tiempo si ofrecen una campaña más concisa y un elemento multiplayer donde la ventaja no la distinga los poderes que tengas sino las habilidades que puedas llevar al campo de batalla.

Reseña Panorama
Duración
80 %
Gráficos
90 %
Sonido/Música
95 %
Jugabilidad
90 %
Historia
80 %
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Mi Lingua Franca son los videojuegos. Vivo para desafiar los límites del juego. #EstadoPlay en la sangre. Una voz, no un eco, del mundo.