En el booth que Microsoft colocó en el E3 2015 se pusieron varios juegos en demostración, entre ellos Gears of War: Ultimate Edition, el cual pudo haber captado muy poco interés, si no fuera por un aliciente extra para probarlo: el Xbox One Elite Controller.

Definitivamente, cuando comenzamos a probar el juego, ya no sabía si estábamos probando el juego o el control y esto es porque realmente el interés era en revisar las capacidades del control en un juego que ya conocemos y cuya jugabilidad es exactamente la misma, de modo que no nos meteremos mucho con Gears of War, solo mencionar que son notorias las mejoras gráficas que implican mover el juego a la consola más reciente de Microsoft, y nos concentraremos en el control.

El primer punto notorio es que al centro del control tendremos un switch que marca 1 y 2, si dejamos el switch en 1, usaremos el control como habitualmente lo hacemos, manipulando los botones delanteros y los sticks con los pulgares y los gatillos superiores con los dedos índice y medio. Pero al cambiar el switch al número dos activaremos otros gatillos que se encuentran en la parte inferior del control. Así tendremos gatillos que podrán ser utilizados por el dedo anular, de este modo manipular el control se asemeja más a manejar una especie de teclado redondo y tridimensional, dejando solo los pulgares concentrados en los sticks y los botones delanteros.

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Producto no recomendable para menores de 6 años, gente con ansiedad de morder objetos o con facilidad de perder objetos pequeños.

En el caso particular de Gears of War, los dedos inferiores se ocuparán de las tareas que tenía el pulgar derecho como interactuar con el escenario y hacer ataques cuerpo a cuerpo, actos que nos facilitan el combate pues podremos concentrar nuestro pulgar en apuntar correctamente y así tener tiempo suficiente para reaccionar y pasar por la sierra de nuestro lancer al rival que nos quería emboscar de frente.

Otro detalle importante es el D-Pad, el cual, al igual que los sticks izquierdo y derecho, son intercambiables para utilizar diversos tipos de juegos. El D-Pad, en lugar de utilizar el control de cruz que hemos visto en versiones anteriores del control, utilizaba en ese momento un stick que parece un botón aplastado y dividido en nueve secciones que realmente puede facilitar la navegación por menús, pues al tocar cada esquina de este stick se mueve rápido en la dirección deseada. Para el caso de Gears of War, es bastante útil pues nos permite un cambio rápido de armas.

Solamente queda mencionar que el intercambiar las partes de este control Elite nos abre muchas posibilidades a formatear nuestro control de la manera más adecuada al juego que se nos ponga enfrente, así como vimos las facilidades que nos puede dar con Gears of War, imaginen lo que haría en un Forza, donde podríamos simular nuestro control como un volante de carreras donde el pedal de embrague son unos botones detrás del volante para tener que evitar concentrarnos en ver que botón apretar y hacer bien los cambios de velocidad, algo que se podrá con los gatillos inferiores que, por cierto, también se pueden remover, o cuando jugamos Street Fighter, donde podremos quitar el stick nuevo del control y volver a poner un pad en forma de cruz.

El Xbox One Elite Controller llegará en octubre y se venderá por separado de la consola normal.