En una era donde vemos la constante exigencia de igualdad para ambos sexos en la vida social y política en nuestro planeta, a veces es conveniente dar una mirada hacia atrás para darnos cuenta de que las condiciones de desigualdad siempre han sido drásticas sin importar el país, la religión o ideología social, incluso hasta en países que se dicen más civilizados que otros se han dado problemas de desigualdad de género.

Esta es la premisa con la que llegamos al cine a ver Las Sufragistas, cinta dirigida por Sarah Gavron y con las actuaciones de Carey Mulligan, Helena Bonham-Carter, Ben Whishaw, Brendan Glesson y Meryl Streep, entre otros actores, en una producción que busca sin duda destacar en este último segmento del año.

La cinta nos sitúa en 1913 en medio de una cruda represión que el gobierno británico ejerce contra una agrupación de mujeres que han recurrido a métodos cada vez más violentos para exigir el derecho al voto de la mujer. En medio de esto, una joven lavandera se ve involucrada en dicho movimiento político y se ve obligada a seguir la lucha, pese a las terribles consecuencias que podría arrastrar para llegar a su objetivo.

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La segunda producción de Gavron nos muestra los problemas que la directora ha tenido para mantener la firmeza en el guión planteado en la película. Si bien, vemos personajes que realmente participaron en los eventos reales como Emmelline Pankhurst y Emily Davison, así como el ministro David Lloyd George, el guión pone más fuerza en personajes ficticios, principalmente en Maud Watts, una lavandera interpretada por Carey Mulligan, que se convierte entonces en la actriz que lleva la cinta en la espalda.

El mayor error que tiene la cinta, es vendernos que aparecerá Meryl Streep. Si bien su papel es importante como la misteriosa y carismática Pankhurst, no es su actuación lo suficientemente larga y trascendente para que se hubiera vendido como lo muestran los promocionales y el póster. De este modo, si esperaban una cinta de Meryl Streep, se equivocaron de película, pues el paso lo tiene Mulligan y Bonham-Carter por momentos.

Mulligan vende bien a un personaje sumido en los estereotipos. Si estamos hablando de derechos de la mujer, entonces Mulligan debe mostrar que lo que le pasa y lo que pasa a su alrededor, antes y durante los eventos de la cinta, son situaciones que afectan a las mujeres, y esos estereotipos se van manifestando, entre el esposo que no cede a las pretensiones políticas, el frío detective machista que afirma que ella no es nadie, los problemas en el trabajo, familiares, cárcel, tortura… en fin, esperen ver al personaje de Mulligan recibiendo literalmente todo el castigo físico y espiritual que una sufragista debió sufrir.

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Aunque tiene buenos fundamentos históricos y se aprecia realmente la ambientación que nos permite ver incluso las viejas versiones de los autobuses de dos pisos, tomas que se filmaron en las Cámaras del Parlamento Británico y un brutal realismo en el manejo de la violencia, la debilidad de la cinta es sobreexplotar la historia de Watts, tratando de hacer que ganemos empatía por una mujer que tiene un viaje muy turbio, camino a la obtención de su derecho para votar.

Desde ese punto el resto del cuerpo actoral hace un trabajo aceptable, destacando las firmes actuaciones de Brendan Gleeson y Helena Bonham-Carter, el primero, como el mencionado ejecutor de la ley, la segunda, como una aferrada sufragista que sabe contagiar el entusiasmo que tiene por llegar a cumplir su ideal, pese a las consecuencias que pudiera acarrear. De Meryl Streep, ya dije, esta no es la cinta que esperan ver de ella.

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En lo técnico, va a destacar por su vestuario y su dirección de arte, aunque en momentos su cámara deja mucho que desear, especialmente en algunas tomas donde de pronto se sacude demasiado, sobretodo en una toma donde el personaje de Mulligan corre (¿había necesidad de correr con ella?, yo lo dudo), algo que le va a restar puntos si espera contender a algún premio importante.

Es una cinta recomendable si quieren ver un pequeño fragmento de la historia contemporánea y si sienten deseos de ver las duras luchas para lograr una gran victoria en el esfuerzo por la igualdad de géneros. Aunque también sufrirán un poquito al ver el calvario de Maud para lograr su ideal.

Calificación: