No debemos dudar que en los últimos años el mercado chino se ha tornado el segundo más grande del mundo cinéfilo, varias de las producciones que Estados Unidos ha despreciado en el cine como Pacific Rim, Transformers o Warcraft han tenido la suficiente aceptación en China para que las cintas se conviertan en éxitos globales y salven franquicias, aunque también China ha sido el factor para que otras franquicias definitivamente mueran.
No por nada, vimos como Legendary, una de las compañías que sorprendió al mundo con las películas de Christopher Nolan, terminará siendo comprada por Wanda, una compañía de aquel país y, aprovechando esa alianza, se lanzaron en una ambiciosa producción de 150 millones de dólares llamada La Gran Muralla, bajo la dirección de Zhang Yimou (Heroe), tenemos un elenco que esta conformado por Matt Damon (The Martian), Jing Tiang (confirmada para la secuela de Pacific Rim), Pedro Pascal (Game of Thrones), Willem Dafoe (Spider-Man) y Andy Lau (House of Flying Daggers).
La película nos cuenta como dos mercenarios, en búsqueda de la poderosa pólvora, se enfrentan a un monstruo que casi acaba con ellos, para luego toparse con la Gran Muralla y las tropas que forman la Orden sin Nombre, un espectacular ejército que ha estado cuidando esa parte de la Muralla, no solo de los inmigrantes que pudieran andar buscando una mejor vida, sino también de un grupo de monstruos que atacan cada 60 años y que deben evitar sus avances pues podrían poner en peligro al Imperio y al mundo.
Ya contada la trama, parece que la presencia de Damon, Pascal y Dafoe está más que justificada, y si, esto podría sonar convincente para quien no quiere profundizar en la trama y le importe un poco que la película es una producción de China, y que esto causaría disgusto en la crítica local, y no por tener a tres extranjeros buscando la receta secreta para el arma más poderosa de la época (que de por sí, justificar la parte de la pólvora en un contexto histórico, destruiría el guión por completo), sino el hecho de que un occidental sea el personaje principal.
Entiendo bien que la cinta busca venderse en el mercado occidental y quizá lo logre, pero teniendo tantos actores locales de talento, parece desperdiciarse el mejor personaje en un impávido Damon que no da mucho para mantener la película en sus hombros.
Además el guión parece como si hubiéramos mezclado el juego de Dinasty Warriors, con elementos de El Señor de los Anillos, Godzilla, Aliens y hasta Guerra Mundial Z, sin dejar ignorados los actos acrobáticos de los dobles de acción (las tropas grulla, wow, efectos o no, sus ataques se ven impresionantes aunque absurdos) y algo de la música local en las escenas de acción (esos momentos con tambores gigantes golpeados con chacos me hicieron recordar a Mad Max: Furia en el Camino).
La historia tiene una buena receta para la acción, pero en la cuestión dramática es un tanto inconsistente y, no hay mucho de donde picarle alrededor, ni con la pólvora ni con la extraña química que traen Damon y Tiang. Le recomiendo mucho la película al presidente de cierto país, hay un mcguffin que sin duda hará que vea que su murito no será tan útil.
De las actuaciones tampoco hay mucho de donde agarrar, sin duda la actriz más destacada es Jing Tiang, quien tiene el doble reto de actuar tanto en inglés como en mandarín (y si no es que justifican rápido sus primeras líneas, seguro no le creerías en lo absoluto a su personaje) y sabe vendernos a la comandante Lin Mae, como una poderosa guerrera y una líder sensible, que no se dobla ante los peligros y las presiones que se le ponen enfrente, realmente la heroína de la película, nada que dé un premio importante, pero si que resalte su carrera que busca abrirse en Occidente.
En el caso de Matt Damon, quien tiene que tomar la cinta en sus hombros desde el inicio, pues no quedo tan convencido de que me lo quieran vender como el héroe, sus interacciones con el personaje «español» de Pascal dan a entender un lado oscuro que nunca supo vender la película y menos pudo justificar las razones por las que decide intervenir en esta guerra, cayendo en los mismos errores que le vi a Antonio Banderas en 13 Guerreros o a Shia LaBeouf en Transformers (¿tan bajo?, sí, así de bajo) buscando justificar por qué estaban en medio del conflicto- La falta de trasfondo en su personaje es lo que hace que la cinta pierda tantos puntos en lo dramático.
De ahí tenemos a un reparto que intenta sostener como puede sus segmentos en la cinta, ahí esta un veterano Andy Lau cuyas pocas escenas agradan en la parte artística, un Willem Dafoe, cuya presencia justifica el idioma inglés en la historia y complementa la subtrama de los personajes europeos dando incluso un toque villanesco a su personaje (vamos, Dafoe siempre será uno de los mejores villanos del cine), un Pedro Pascal que nos confunde al inicio al hablar en español y que intenta ser esa contraparte del personaje de Damon que pudo haber dado para más.
En los aspectos técnicos La Gran Muralla si justifica cada yuan invertido en la película, podemos notarlo sobretodo en las escenas que ocurren en la Muralla donde el diseño de producción para mostrar una muralla con un arsenal y un ejército espectacular se hace notorio escena tras escena y donde la ambientación de la capital del imperio es deliciosa a los ojos para mostrar los lujos del imperio.
De ahí, tenemos un vestuario que nos recuerda a los juegos de acción basados en la Era Imperial China (si, Dinasty Warriors), cuidando de no meter esos «detalles pervertidos» que los japoneses imprimen en el vestuario femenil, y que nos hacen pensar que no estaría mal intentar una adaptación de los juegos de Koei. Aunque recordando el resultado de Warcraft, mejor lo dejamos como una idea.
También debemos hacer notorio el trabajo de los efectos visuales, donde se nota un gran detallado en el diseño de los tres tipos de monstruos que son el enemigo común en esta cinta y que muestra el gran esfuerzo por hacer las batallas espectaculares, complementado con el equipo de dobles de acción que hubo en esta cinta donde vemos acciones espectaculares de las diferentes tropas que implicaron movimientos pocos comunes en un asedio.
Otra parte formidable en la cinta es la banda sonora de Ramin Djawadi, el compositor que puso la música en las cintas de Pacific Rim y Iron Man, Djawadi logra combinar bien la esencia de la música tradicional con tonos épicos que se alimentan muy bien de la tensión de muchas escenas para darnos momentos formidables con la música. No debemos dejar de lado también el trabajo con los efectos de sonido, hay varias escenas de la película donde se ayudan bien del sonido para alimentar la tensión de esas escenas.
La Gran Muralla no es la cinta que va a exigir premios pero si va por una buena parte de la audiencia con una cinta que entretiene con buenas escenas de acción, aunque la trama y las actuaciones dejan mucho que desear. Una cinta para disfrutar las palomitas, pero no para considerar guardarla en una colección.
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