En una persecución marítima, a toda vela, es como nos reencontramos con Alicia (interpretada por Mia Wasikowska; La cumbre escarlata, Maps To The Stars, Sólo los amantes sobreviven). Conocemos a Alicia como una capitana de barco que recorre el mundo en diversas aventuras. Sin poder adivinar qué vida es más extraordinaria, si su cotidianidad o su pasado en el País de las Maravillas.
La secuela de Alicia en el País de las Maravillas, Alicia a través del Espejo cobra nuevamente vida por los estudios Walt Disney. Todos los personajes extraños, y aún más extraños, regresan para contarnos nuevas aventuras. El Sombrero Loco (Johnny Depp; Black Mass. Estrictamente criminal, El llanero solitario, Enemigos públicos), La Reina Blanca (Anne Hathaway; El becario, Interstellar), La Reina Roja (Helena Bonham Carter; Cenicienta, Sufragistas, El discurso del rey), entre otros. Pero quizá el cambio más drástico y poco recalcado, es la ausencia del afamado director Tim Burton (The Nightmare before Christmas, Edward Scissorhands, Batman).
Alicia es visitada inesperadamente por Absolem (personaje que lleva la voz del fallecido Alan Rickman) el cual la guía a un cuarto donde queda atrapada. Ésta ex-oruga convertida en mariposa mágica atraviesa un espejo, puerta que será usada para volver a entrar a el País de las Maravillas.
La joven protagonista deberá viajar a través de este mundo mágico y tratar de cambiar el pasado con la ayuda de un enigmático artilugio conocido como la cronósfera, todo con el fin de rescatar a su amigo el Sombrerero Loco. Solo así podrá detener al malvado Tiempo (Sacha Baron Cohen) antes de que se cumpla el plazo marcado por el reloj y el País de las Maravillas se convierta en un mundo estéril y sin vida. Y, por si fuera poco, también estará en su mano frenar los malvados planes de la Reina Roja, con la que se volverá a ver las caras en un nuevo enfrentamiento.
Dentro de la narrativa tenemos muchas pequeñas historias entremezcladas. Y agregando el factor “tiempo”, ocurren diferentes aventuras a la par. Pero a pesar de ocurrir ciertos momentos y ciertas decisiones muy “sacadas de la manga” -o mejor dicho, del sombrero-, cada hilo del cuento se va enlazando y logra un buen resultado.
Un detalle bueno es que el pretexto de viajar en el tiempo nos da la oportunidad de conocer las historias del pasado de los personajes principales y el porqué de su forma de ser. Viajamos a puntos importantes de inflexión de cada uno y nos permite generar empatía con el loco más extraño y la malvada más iracunda.
El nuevo personaje Tiempo, quién descubrimos es realmente un “él” físico, es realmente el tiempo en sí. Es quién lleva todas las funciones del reloj temporal del universo del País de las Maravillas y con ello todas sus fortunas y desventajas. Dado que esta aventura de Alicia es una carrera contra el “Tiempo”, naturalmente se vuelve en el antagonista. Pero durante el mismo viaje, vamos conociendo todas las facetas y atributos que tiene y como muchas veces lo damos por sentado, algo que puede ser visto como un héroe aliado o un enemigo despiadado, pero que al final de cuentas es un ingrediente imborrable de todos nuestros recuerdos.
James Bobin (El tour de los Muppets, Los Muppets) toma el relevo de Tim Burton como director de esta secuela de Alicia en el País de las Maravillas, con guión de Linda Woolverton (Maléfica, El Rey León). Pero tenemos la fortuna de seguir contando con la música del maestro Danny Elfman para el soundtrack original de la película. Y la canción promocional de la misma corre a cargo de Pink, titulada “Just like Fire”, co-escrita por ella y Max Martin, Shellback, y Oscar Holter.
El cast está complementado por Stephen Fry (El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos, Tristram Shandy: a cock and a bull story) como la voz del Gato de Cheshire. Matt Lucas (Bridesmaids, Little Britain, Shaun of the Dead) como Tweedledee / Tweedledum. Lindsay Duncan (About Time, Birdman) como la madre de Alicia, Helen Kingsleigh. Leo Bill (28 días después, La chica del tatuaje del dragón) como Hamish, entre otros. Además, se suman al reparto del film los actores, como mencionaba, Sacha Baron Cohen (Agente contrainteligente, Los Miserables) como Tiempo, y Rhys Ifans (Serena, Lío en Broadway) como Zanik Hightopp.
Visualmente, luce una mejora técnica en los efectos digitales. Es evidente que han transcurrido ya 6 años desde la primera entrega. Sobre todo, en el terreno del 3D, aunque es utilizado meramente como un atributo en el plano espectacular y no tanto como parte de la narrativa. Aún con la ausencia de Burton, ambas películas mantienen una coherencia estética y lógica a nivel de producción y diseño de personajes. Creo que lo único desafortunado es la exageración en el rostro de Jhonny Deep, deja al Sombrerero Loco como una auténtica caricatura que raya en lo ridículo. Además, que es bien conocido que se utiliza éste personaje como “gancho publicitario” y no como es la historia original del mundo creado por Lewis Carroll. Esta nueva película de Bodin y Disney toma el libro como fuente de inspiración y copia el mundo visual de Burton, y entrega una historia prácticamente inventada.
El resultado final es bueno, disfrutable y con algunas bonitas moralejas contadas con una estética de colores y efectos que nos acostumbró la primera película. Pero en sí la historia es un tanto débil. Sí, el viaje en el tiempo nos muestra a los personajes más jóvenes y nos da a conocer sus vidas, lo cual lo hace algo muy valioso, pero como cualquier historia centrada en saltos en el tiempo y que no es revisada hasta el más mínimo detalle, ocurren algunas disparidades y movimientos en la línea espacio-tiempo que deberían alterar la historia, pero no lo hacen para no “meterse en problemas”.
Más que un cuento de fantasía es meramente una historia de acción, con lo bueno y malo que esto implica. Pero no se puede negar que Alicia a través del Espejo resulta una obra muy disfrutable, en general, un gran espectáculo lleno de pequeñas maravillas. Consigue transmitir un sentido no sólo de aventura dinámico, como una historia clásica de piratas en alta mar, sino que dentro de todo lleva un tono amable y un corazón latiente con personajes que se sienten parte de la familia y que nos da una lección sobre el uso, cuidado y apreciación del tiempo.
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