¿Quién dice que los RTS (real-time strategy) de la vieja escuela han caducado? Para nada. Z está muy lejos de obsoletizarse y, sin embargo, tantos desarrollos recientes podrían ensombrecer su regreso a la escena lúdica mundial. Después de casi dieciocho años, se presenta como otra opción más en la librería de Steam, como acción secundaria después de su introducción al mercado de Android.

Seamos honestos: para un juego que hace no mucho se encontraba listado dentro de la amplia lista de abandonware, el etiquetarse a un precio de $6.99 dólares, no es realista ni prudente. Aún cuando disfruto ampliamente de los juegos retro, hay cosas que las distribuidoras deberían tomar en cuenta al relanzar un título viejo como lo es Z. Y esto es, que el precio sea competitivo, o que el producto tenga mejoras sustanciales o se trate de una versión renovada (mejores gráficos, mejor sonido), o que al momento de la reintroducción se viva un hype por lo retro. En su caso, ninguno de estos supuestos se cumple a cabalidad, por lo que estamos ante un fenómeno similar al del clásico zombi pero aplicado a un RTS que estaba o había sido dado por muerto.

Z fue un buen juego de estrategia en tiempo real en su momento, y si lo vemos particularmente, lo sigue siendo. Llegas a un planeta, dejas a tus tropas y comienzas a ocupar regiones en donde ya existen estructuras. Sólo debes ganar banderas, defenderlas y seguir construyendo un cuerpo de ataque para vencer a la base del enemigo. En este estilo de estrategia se basaron los MOBAs. Pero, entrar al mercado ahora con un precio que suena ridículamente alto para un título sin ninguna mejora sustancial (más allá de los logros de Steam, que para efectos prácticos no ofrecen contenido alguno al juego), suena a una pomposidad de la que carecen otros RTS mucho más populares, como Starcraft. Y es que todo el juego en sí, es el original que vimos en los años 90s. Ninguna mejora en gráficos o sonido, ningún extra que suponga una razón fidedigna, además del consabido deseo de lucro, que justifique sacarlo del abandonware y meterlo a una librería que día tras día se está llenando de cadáveres y restos del pasado.

Por lo demás, no podría juzgar negativamente a Z. Sigue siendo el mismo RTS adictivo de siempre, mucho más sencillo que otros que se ganaron secuelas formidables y que aún siguen en el gusto de los gamers. Tuvo una secuela muy poco conocida —Z: Steel Soldiers— debido a que Warcraft II y Command & Conquer le ganaron mercado, además de que ésta no ofrecía ninguna innovación al género después de cinco años de la salida del primer título.

No me animo a ofrecerle una calificación por tratarse de un clásico. Sería tanto como evaluar Half-Life después de tanto tiempo. Creo que si no lo conoces, debes darte la oportunidad de probarlo, pero yo consideraría comprarlo hasta que el precio fuera un poco más razonable. Hay títulos nuevos de $6.99 dólares que merecen más tu atención.