Warhammer Quest es un título desarrollado por Chilled Mouse y publicado por Games Workshop, el cual está basado en el juego homónimo de mesa, en donde combinaremos la estrategia con un ligero toque de juego de rol. El juego salió en dispositivos móviles hace cerca de 4 años, posteriormente fue porteado a la PC y, finalmente, llega a la versión que reseñaremos en el Xbox One.

Uno de las primeras incertidumbres es que tan fácil o complicado sería entenderle al juego, si eres uno de los que jamás han jugado Warhammer Quest en su versión de juego de mesa, les agradará saber que el juego es muy sencillo de comprender, un tutorial de cerca de 10-15 minutos te enseñará las bases con la que podrás disfrutar el título.

El juego se centrará en un grupo de héroes que recorrerán el mundo de Warhammer en busca de aventuras, objetos legendarios, fama y muchas peleas en calabozos. Estos héroes serán variados, como elfos, magos, trolls, enanos, duendes etc. El surtido de personajes es de cerca de 10 personajes.

El modo de juego se centra en un calabozo, que irás recorriendo cuarto por cuarto, en donde te esperan enemigos entre cuartos y tu deber será derrotarlos y llegar al final del calabozo; una vez dentro, el juego es por turnos en donde tienes que darle indicaciones a cada uno de tus personajes, ya sea utilizar ítems, moverse o atacar. Cada personaje cuenta con atributos propios que podrán ayudarte en la pelea, por ejemplo, el elfo posee un arco que ataca a distancia o que el bárbaro puede atacar dos veces en un turno. Es fundamental que conozcas las virtudes de tus personajes y poder armar un equipo que sea lo más poderoso para todas las circunstancias y tipos de enemigos distintos.

Los enemigos no son muy variados, encontrarás enemigos basados en el juego de mesa, como ratas, orcos, arañas etc. Lo que los harán distintos de uno a otros es el color, sabrás que si tiene un color distinto a los demás es que un jefe. Al derrotar a un enemigo, este te otorgará monedas y experiencia, ambas las podrás ocupar cuando llegues sano y salvo al pueblo. Asimismo, abra drops de ítems, que podrás equipar a tus personajes, los personajes tienen cuatro slots para ingresar armaduras, armas o ítems. Las armas poseen tres tipos de rarezas por lo que tendrás que buscar las más raras, ya que son las más poderosas.

Si bien la historia es escueta en un inicio, lo que le da cierto valor es que, conforme progreses, habrá eventos aleatorios en donde te pondrán ya sea una nueva quest, una toma de decisión que puede afectar positiva o negativamente a tu party, todas estas acciones serán mediante texto que tendrás que estar leyendo entre aventuras, ya sea recorriendo el mapa o mientras estas en alguna de las ciudades.

Warhammer Quest tiene grandes problemas, uno de ellos es que, al ser un port de la versión de móviles, muchos comandos de la interfaz serán pensados en esa plataforma, que son incómodos en la consola, ejemplos como dejar el botón apretado para seleccionar un ítem, que tengas que recorrer muchos apartados de los menús solo para cambiar de página o sección (que hubiera sido ideal que estuviera mapeadas estas funciones con los botones del control) y que para leer los diarios tengas que estar dando clic para recorrer el texto en lugar de habilitar un scroll. Todo esto hace que cuando no estés en batalla quieras volver a pelear y no visitar los menús.

Otro detalle es el pobre diseño de los calabozos, en cada uno tendrán una estructura similar, pasillos de dos casillas de ancho por muchas de largo, hasta toparte con un cuarto lleno de enemigos, para proseguir a otro pasillo y así sucesivamente, además de ser monótono y lento, el gran problema es que mucha de la estrategia se basará en quedarte en los pasillos y poner guerreros poderosos o con gran defensa, mientras tienes a un mago o arquero y disparas a diestra y siniestra, tener ambientes más abiertos o que constantemente te rodearan podría haberle dado mayor valor a la estrategia. Bajo esta premisa de movimiento, hubiera sido mejor que hubiese existido una forma de mover a todos tus personajes al mismo tiempo.

Las victorias no se sentirán como que las completaste por tener guerreros fuertes, una gran habilidad o por ser un estratega, ya que, extrañamente, tanto enemigos como tus personajes tendrán un porcentaje de acertar un golpe demasiado bajo, pasarán turnos en que ninguno de tus cuatro personajes logre golpear a una rata, tornando esto aún más lento y que pases más de 30 minutos en un calabozo entre errores y movimientos pausados.

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