Con motivo del 40 aniversario del estreno de la cinta Vaselina y su re-estreno en México, les dejamos esta reseña sobre una de las comedias musicales más populares de todos los tiempos. 

No es raro que, en algún punto de la década en la que de pronto a algún productor se le ocurra la idea de revivir la nostalgia en la audiencia o de mostrarle a una audiencia nueva cómo era la vida en décadas pasadas. 

En serio, no es raro, si no pregunten por qué está de moda la serie Stranger Things o la cinta ¡Eso!, que realmente apelan a la nostalgia ochentera o incluso que se haya puesto de moda otra vez Yes Sir! I Can Boogie de Baccara gracias a una serie de Netflix donde se evoca a la nostalgia. 

 

Como se hacía un romance viral… en los cincuenta.

Y no, no es nuevo, es cuando me remito a Vaselina, que ya, a cuarenta años de su estreno, es una de esas cintas clásicas que inevitablemente hará que uno se levante a cantar y bailar. 

Basada en la obra musical de 1971, la cinta es en sí todo un producto que se colocó perfectamente en un 1978 que, plagado de música disco, de pronto acogió con cariño una historia que evocara una época pasada, que lucía ante nuestros ojos, más inocente, menos turbulenta y más divertida que la era en la que salió la cinta. 

Dirigida por Randal Kleiser, la cinta reunió a las estrellas de moda, la cantante australiana Olivia Newton-John, el afamado bailarín y actor John Travolta, quien venía de lograr la fama con la cinta Fiebre de Sábado por la Noche, además de Stockard Channing (The West Wing) y Jeff Conaway (Taxi), entre otros muchos actores. 

La historia es un comedia romántica donde vemos como Sandy, una joven australiana, pasa un verano romántico y maravilloso con Danny Zuko, un encantador joven que resulta ser el líder de una banda de chicos rudos en la preparatoria donde ella va a ingresar. Obviamente, esto causará un divertido conflicto entre ellos y mostrará como Sandy sufrirá mucho para poder adaptarse a la ruda vida estudiantil de una preparatoria estadounidense de los cincuenta. 

 

¿Cansado de revisar tu coche? Un poco de baile y alegría te revitalizará el trabajo

Es difícil pensar en esta cinta sin asociarla con su banda sonora, vamos, al momento de escribir esto ya estoy escuchando canciones del disco y está claro que Vaselina, en muchos aspectos, es un alegre y vívido retrato de los Estados Unidos de los cincuenta, con todos los clichés posibles. Desde la pandilla de los T-Birds que evocaban la imagen rebelde que James Dean o Marlon Brando mostraban en sus películas con chamarras de cuero, autos deportivos y hasta el peine en el bolsillo trasero que estaba listo para enderezar el copete peinado con vaselina, hasta los clichés comunes de la escuela, el clásico deportista, el nerd, la estudiante rechazada por todos, la porrista, el director incapaz de controlar todo… en fin, lo necesario para una comedia estudiantil perfecta. 

Y todo esto logra algo que muchos programas y películas intentaron y no lograron (salvo gloriosas excepciones como Forrest Gump o The Wonder Years), hacer una pieza memorable de nostalgia que se vende bastante bien y que la gente de esa generación adoptó bastante bien al grado de reproducirlo hasta el cansancio (sino pregúntenle a Julissa, quien lo llevó a Timbiriche, luego a La Onda Vaselina… uff). 

El ritmo de la película no cansa, comenzando desde el hilarante intro animado que tiene la pegajosa canción de la película cantada por Frankie Valli y de ahí pasamos al romance y después a los divertidos enredos que tienen los personajes de la cinta pasando por todos los lugares simbólicos de la época que podrían contar como clichés válidos para cualquier cinta. 

 

Travolta haciendo lo que mejor sabía hacer y… lo vale.

como buen musical, es justo tener que calificar las coreografías y canciones, las cuales son las que realmente ponen el valor agregado, desde la divertida conversación que se desata en dos grupos bien coordinados en Summer Nights , la impresionante coreografía de Greased Lighting que hacen los T-Birds mientras preparan el coche para una futura carrera, el alucinante número de Beauty School Dropout con Frankie Avalon al frente o el concurso de música que va de una coreografía bien planteada del rock and roll hasta el caótico final de dicho evento y, claro, el número final de la película que combina las canciones You´re the One That I Want y We´Go Together para darnos uno de los números musicales más memorables de la historia del cine. 

Si bien hay puntos discutibles de la cinta. Tristemente todas las adaptaciones de Vaselina que he visto siempre tienen problemas con el casting de los actores por sus edades y esta cinta no es la excepción. Si bien Julissa tuvo la gracia de hacer la historia de Vaselina con niños y tener que suavizar los tonos, la cinta se va hacia el lado contrario al poner auténticos treintañeros a interpretar personajes que deberían tener a lo mucho 18 años (Stockard Channing y Olivia Newton-John ya tocaban el tercer piso para ese entonces), lo cual, gracias a la magia del cine, terminamos desplazando un poco al final. 

En cuanto a las actuaciones estaba claro quiénes eran los actores y quién la estrella musical. Se veía claro que Olivia Newton-John no era una actriz y que solo destaca cuando canta y baila (algo que se notó aún más en la cinta Xanadu filmada dos años después); Travolta era un gran bailarín y tristemente eso se le quedaría pegado por el resto de su carrera y era claro que Stockard Channing robaba cámara cada vez que la ponían al lado de Newton-John con dotes mejor elaboradas para la actuación incluyendo sus escenas con Jeff Conaway quien era divertido como el rudo del grupo

 

Iremos juntos… ramma lama lama a daga da Dingi dong

También estaba clara toda la intención de insertar canciones que pudieran hacer de la banda sonora una de las más vendidas de la época (solamente Fiebre del Sábado por la Noche vendería más discos que Vaselina en 1978), con meter covers de Blue Moon o de Hound Dog (esta de manera anecdótica al enterarse la producción de la muerte de Elvis Presley) o las canciones que entraron por cuestiones contractuales como Hopelessly Devoted to You que fue hecha para la cinta y hasta tuvo su nominación al Oscar, mientras You´re The One That I Want, que, si, se oye algo fuera de lugar en la banda sonora, pero se ha convertido en una favorita para cantar a dueto en los karaokes. 

¿Qué tanto influyó Vaselina en la cultura popular de los siguientes años? Bastante, podemos decir que Volver al Futuro existe gracias a Vaselina, en el hecho de querer contar una historia de los cincuenta pero con un protagonista de nuestros tiempos y darnos cuenta que esa época tampoco era tan linda. Claro, los mexicanos, que en ese entonces comenzarían a sufrir una fuerte crisis y empezó a sentir nostalgia comenzó a ver telenovelas, programas de televisión y especiales inspirados en Vaselina, algo que perduró fácil hasta los inicios de la década de los noventa. 

 

Para triunfar en el amor, hay que hacer cambios, a veces unos muy duros.

En el mercado estadounidense se dieron cuenta pronto que es algo redituable retomar las modas del pasado y revenderlas a gente ávida de nostalgia y a jóvenes curiosos de conocer cómo era la vida pasada, así Vaselina fue el impulso para que este tipo de producto llegara, a veces para bien, a veces para mal. Lo cierto es una vista nostálgica y optimista del pasado fue la razón del éxito tan fuerte que tuvo la cinta, pese a que fue un musical, pese a su guion tan sencillo, pese a su banda sonora excesivamente pegajosa. 

Vaselina regresa al cine y, sin duda, no creo que muchos sientan pena para levantarse y bailar o para cantar junto a Travolta y Olivia las canciones de la banda sonora. Es más, hasta podría aceptar la idea de rentar un convertible de los cincuenta y verla en un auto cinema, con malteada de fresa y palomitas. Espero alguien me preste una chamarra de cuero para estar acorde a la época. 

 

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