Después de que fuera anunciado en el E3 2013, la nueva IP de Ubisoft/Massive Studio, Tom Clancy’s The Division deslumbró a muchos con la calidad gráfica y con el modo de juego inmersivo al situarnos en una realidad muy alterna donde la ciudad de Nueva York se encuentra sitiada por una terrible enfermedad.
He de ser honesto, en un juego que involucre estadísticas me gusta tenerlo al 100% porque muchos de la vieja guardia estamos acostumbrados a recolectar casi todo lo que nos ofrece el juego. Y siendo la naturaleza de The Division el manejar estadísticas tanto de daño, salud, recolección de ítems y mucho más, será muy fácil para muchos de nosotros perdernos horas en el juego, sobre todo si estamos empecinados a mejorar armas, nuestra protección contra daño o simplemente tener un mejor porcentaje en cada área a explorar. The Division está hecho para gente así. Encuentras números por todos lados, es un sueño para aquellos que quieren tener todo. Para el resto de los jugadores el juego es un título sólido, tipo open-world, en tercera persona donde podrás pasar un tiempo sensacional con tus amigos.
Como mencioné antes, el juego está ambientado en una ciudad de Nueva York azotada por una enfermedad que se esparció en billetes, haciendo que murieran miles y, aquellos que no, se encontraron mendigando o bien agrupándose en una especie de milicias para tomar la ciudad. Tú eres un agente de The Division, una persona que se dedicará a traer el orden de regreso a la ciudad como te sea posible.
El juego cuenta con 15 misiones, más misiones opcionales y eventos secundarios. Todos ellos los puedes jugar con un máximo de 3 amigos o desconocidos gracias a la función matchmaking del título. Estarás caminando en las calles, aventurándote en los túneles de la ciudad y explorando edificios abandonados. La mayor parte del tiempo la pasarás cubriéndote, enfrentando a varias facciones hostiles y conforme progreses también lo harán tus armas y habilidades.
El gameplay de The Division funciona mejor cuando trabajas en equipo. Las misiones en la dificultad normal no emocionan mucho. Encontrarás pocos enfrentamientos memorables y muchas veces son repetitivos ya que la IA parece no reaccionar de acuerdo con lo que está pasando en pantalla. Tendrás algunos momentos estelares, claro, y algunos elementos ambientales del juego añaden más tensión a lo que estás haciendo, siendo la batalla final un grato cambio de ritmo.
En su mayor parte, el juego es muy sólido y disfrutable. Todo funciona bien, el sistema de cobertura y la acción de las armas es buena, pero el contenido de la historia no te mantendrá emocionado. En la dificultad normal, la campaña simplemente no es algo digno de recordar. Pero esto no tiene por qué ser del todo malo, ya que para muchos esto será como el entrenamiento antes de que te conviertas en un hombre o mujer de verdad, ya que en esta dificultad, el juego es un tutorial enorme donde aprendes a subir nivel y a desbloquear habilidades, de las cuales hay muchas variantes, muchas comprenden temas como daño, protección, mejoras de salud, etc. y es solo hasta que subes la dificultad cuando The Division se siente algo completamente nuevo.
En las dificultades superiores, las misiones cobran vida nueva. Cuando antes tenías que preocuparte en ser cuidadoso y no quedarte en un solo lugar cubriéndote mucho tiempo, en el modo difícil se trata de trabajar como equipo, flanqueando, distrayendo y coordinando. Te permite apreciar de mejor manera cómo fue pensada cada misión. Y de esta manera The Division súbitamente se convierte en un genuino juego táctico, reviviendo aquellos lindos recuerdos del primer Rainbow Six: Vegas, a pesar de que no tiene el mismo grado de generación de momentos épicos. Con elevar la dificultad se convierte en un mejor título, dejando mucho espacio de juego cuando hayas terminado la campaña principal.
Es importante que entiendas esto: si terminas todo el modo historia y pasas todo el tiempo en la Dark Zone no sentirás que perdiste tu tiempo. The Division tiene una cantidad más que decente de contenido, con alrededor de 30 horas si empleas todo tu tiempo en el título. La cosa es que si nada más terminas la campaña y no haces ninguna actividad extra dentro del juego, te estás perdiendo de mucho, si no es que todo el encanto del título.
Sin embargo, no necesitas jugar tu solo, ya que encontrarás a lo largo del juego muchas oportunidades de unirte de manera opcional a algún equipo. Encontrar gente con quien jugar es muy sencillo, tus amigos se muestran en tu mapa y puedes unirte a ellos en cualquier momento, y el sistema de matchmaking para la historia principal es muy simple.
Pero no me malinterpreten, contrario a lo que Ubisoft ha pensado para The Division, el juego lo podrás terminar tu solo, y el sistema de dificultad hace que las cosas se mantengan niveladas la mayoría del tiempo aunque esto no quiere decir que la IA no te rete.
El verdadero punto central de The Division es la Dark Zone. Cubriendo una buena parte del mapa, este espacio es hogar de muchas de las pandillas a las que te enfrentarás a lo largo del juego y también es donde tendrán lugar muchos grupos de jugadores como tú. Pasar el tiempo en esta zona te garantiza recolectar recursos valiosos y equipo raro. Pero todo tiene su precio, pues para utilizar estos ítems en el juego primero deberás llamar a un helicóptero para que evacue todo. El helicóptero tarda un poco en llegar, lo cual indica a tus enemigos tu ubicación exacta y de paso les dice que estás con unas recompensas jugosas, por lo que no dudarán en localizarte y atacarte.
Si los enemigos son controlados por la IA, la batalla será intensa, pero si los enemigos resultan ser humanos estarás en un infierno y ellos también. La muerte de tu grupo, si estás esperando el helicóptero, se traduce en una pérdida total de todo lo que hayas recolectado en ese instante. Destruye a tu enemigo y podrías llevarte mercancía más poderosa de la que encontraste.
El riesgo de esto es que si inicias una batalla contra algún colega, podrás llevarte sus cosas, pero también serás marcado como renegado por un tiempo. Al hacer esto tu posición será dada a conocer a todos los jugadores y funciona como una advertencia para indicarles que has traicionado a tu grupo. Si te matan ellos, podrán tomar tus cosas y no sufrir castigo alguno (karma is a bitch).
Esto es algo que le añade mucha tensión al juego ya que te preguntarás si ese equipo que se acerca es amigo o enemigo, ¿te ayudarán a combatir a las facciones enemigas para después traicionarte?, ¿será sabio retirarte ahora que puedes o quieres tener más recompensas?. La Dark Zone es una idea fantástica con verdaderas recompensas si tomas los riesgos más inesperados y es gracias a ellos que cada jugador que este en este título tendrá una historia que contar.
Como muchas cosas de la vida, The Division es más divertido con amigos, y lo más importante es que el árbol de habilidades planeado por Ubisoft funciona de manera correcta cuando estás con amigos. El árbol comprende tres caminos de mejoras que son desbloqueables al mejorar tu base de operaciones, los caminos que puedes tomar son Médico, Ingeniero y Tanque. Cada clase está representada de manera única, lo que sugiere a que puede convertirse The Division, siempre y cuando no sea opacado por el ambicioso MMO detrás de él.
La progresión de tu personaje es casi imperceptible, hay algunas habilidades y perks que te dan bonificaciones que son muy pequeñas para tus estadísticas. Otras dan beneficios más prácticos como cargar más granadas, más maletines médicos o entrar a zonas más contaminadas, pero ninguno de ellos se siente distinto al otro, haciendo que se sienta muy mundana esta parte del juego, ya que si eres nivel 4 o nivel 20 la mecánica principal del juego no se ve modificada.
Gráficamente, el juego se ve fantástico, es claro que Ubisoft ha tomado en serio las críticas recibidas después del fiasco de Watch_Dogs y los serios problemas técnicos de Assassin’s Creed Unity, por supuesto que encontrarás algunos glitches o pop ups en algunas texturas, pero nada tan grave como ver que le falta la cara a algún personaje.
La ciudad está muy detallada, es visualmente palpable el grado de destrucción que la ciudad ha tenido y funciona a la perfección con el gameplay, pero debemos decir algo al respecto, el juego si se llega a sentir repetitivo en muchas misiones secundarias, conforme avanzas de nivel no cambia esto de ir a distintos puntos y dispararle a los malosos. Lo que si cambia es que se va haciendo más y más difícil, pero esencialmente es lo mismo.
Esto hace que se pierda un poco de las buenas partes fundamentales del combate y del diseño de algunos niveles, y funciona en contra del juego, que siendo francos está a la par y en muchos casos por encima de los mejores títulos de disparo en tercera persona. Pero no todo está perdido, en espacios abiertos esta acción frenética hace que las cosas sean muy divertidas y tengas que estar en constante movimiento, en contraste, con los espacios cerrados donde seguro tendrás muchas muertes que te frustrarán, haciendo que la diversión y el buen rato con tus amigos disminuyan.
Muchos juegos tratan de mezclar el género MMO y el diseño de combate con armas de fuego, y muchas veces terminan perdiéndose en la búsqueda del balance correcto entre enemigos, avance, y daño que puedes realizar en lugar de satisfacer los distintos retos que se pueden generar dentro del juego. Pero The Division encuentra un balance casi perfecto en el departamento de disparos que muchos juegos no tienen, lo que deja en claro que sus bases incluyen un juego táctico por parte del jugador.
Después de jugar The Division no puedes evitar preguntarte qué hizo Ubisoft para conseguir este balance. Dejando claro que The Division funciona muy bien, ahora solo resta ver qué clase de prioridades Ubisoft/Massive tendrá para el contenido que está cocinándose y si afectará el delicado balance que se ha logrado y mantenerse lejos de las fallas que muchos juegos del género han tenido.
