«Ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón.» – Refrán
En The Marvellous Miss Take encarnamos a una adorable ladrona, Sophia Take, que intenta recuperar las obras de arte que una vez fueran parte de la colección familiar, habiendo sido saqueada previamente y vendida a varios coleccionistas privados de Londres. Para ella, el admitir, pero sobre todo el resignarse a tal hecho, es simplemente imposible. Así que deberemos recuperar las piezas de arte robadas, acompañando a esta atractiva y sofisticada ladrona, y a un par de aliados que se encontrará en su camino.
The Marvellous Miss Take es un juego de sigilo, planeación y escape. Básicamente, tenemos dos elementos: los ladrones y la vigilancia, y ambos están conformados por diversas personificaciones o cualidades. Por ejemplo, tenemos al clásico guardia que hace su ronda, que sigue patrones aleatorios y que tiene un radio de observación relativamente amplio, además de que pueden escucharte si haces ruido; o las cámaras de vigilancia, cuyo movimiento es predecible pero con una longitud observación más corta y sin detección sonora. Pero también tenemos a los perros, que olfatearán tu rastro y no te dejarán en paz a menos de que los pierdas.
Como personificación del ladrón, deberás conocer las cualidades y limitaciones de los tres personajes. Sophia Take es una ladrona astuta y veloz, pero no le es fácil esconderse una vez que ha sido detectada. Harry es especialista en entradas sutiles y en no ser detectado -pero no puede correr-. En cambio, Daisy es una experta carterista, y su tarea principal en The Marvellous Miss Take es hurtar los llaveros de los guardias para acceder a las múltiples cajas de seguridad. Cada uno, como puede verse, de alguna forma se complementa. Aunque a Harry y a Daisy siempre los ha movido el robo como actividad criminal, pronto se suman a la cruzada de Sophia Take para recuperar las obras de arte su familia para beneficio de todo el público. Digamos que Miss Take es una especie de Robin Hood femenina del arte.
Al principio, las galerías serán fáciles de saquear, pero conforme avanzamos en el juego la tarea se irá volviendo más complicada. Entre misiones, se nos dan algunas pistas sobre la historia, aunque en realidad no es muy necesaria pues el modo de juego es de por sí adictivo. En total, el juego cubre 25 galerías con varios pisos, y cada una de ellas puede jugarse con los tres personajes (a excepción del tutorial). La clave del juego, como ya se dijo, consiste en el sigilo, aunque contaremos con diversos gadgets que pueden distraer la atención de los guardias y así sacarnos de un apuro: grabaciones que se activan al arrojarlas, teletransportadores, bombas de humo, rebotadores, etc.
The Marvellous Miss Take cuenta con un mini-sistema de recompensa bastante escueto pero sólido. Podremos buscar las puntuaciones perfectas, aunque no es obligatorio. Basta con que pasemos una galería para avanzar a la siguiente. Sin embargo, esto incrementa notablemente el indice de rejugabilidad del título y ciertamente es un pro para los perfeccionistas.
Su interfaz gráfica nos recuerda a obras de la vieja escuela, como Alone in the Dark. La mayor y gran diferencia, sin embargo, es que en aquél juego manejábamos al personaje desde una perspectiva de cámara fija, que cambiaba de posición en las diferentes habitaciones. En este caso, tenemos una perspectiva de corte isométrico, con cortes en el techo como en la franquicia de Los Sims. Y a diferencia de este último, las paredes no se hacen invisibles al paso del personaje, lo que de alguna forma se extraña pues, creo yo, ayudaría a observar mejor el mapa. Igualmente, se echa de menos la opción del zoom in-zoom out que tradicionalmente se ha implementado en los juegos isométricos.
Concluyendo… técnicamente, The Marvellous Miss Take es bastante simple, pero presenta un nivel de dificultad adecuado para todas las edades. Es divertido y presenta un reto sano para los gamers que deseen algo diferente. Además, sus controles son muy intuitivos, ya que se trata de un point n’ click. Prácticamente sólo usarás el ratón. Los únicos inconvenientes son los ya mencionados, pero nada que no pueda obviarse y olvidarse con facilidad. Este juego ofrece varias horas de diversión y su nivel de rejugabilidad es aceptable. Gráficamente, es atractivo, y será la delicia de los jugadores retro -sin que el mismo sea precisamente retro-. Si hubiera que ofrecerle una calificación, sin duda le daría un 9. Es una compra obligada.
