Ratalaika Games empieza una nueva fase de distribución en donde se enfocará en varias novelas visuales que se adaptarán a las consolas, uno de los primeros abanderados de este movimiento es el título Syrup and The Ultimate Sweet. 

En el apartado visual, el arte es similar al presentado en caricaturas occidentales, ese arte medio simple pero funcional, como tipo “Hora de la Aventura” con tonos pasteles y fondos simples, cada personaje si bien esta sobrepuesta a la imagen, van cambiando para denotar el cambio de sentimientos por lo que no se siente tan estática. 

La historia se centra en Syrup, una chica dueña de una tienda de dulces llamada Atelier Sweets. Un día se aparece una chica formada totalmente de dulce a la cual se le nombra Gumdrop. Al ser aceptada en la tienda, veremos la interrelación de Syrup y Gumdrop con otros personajes que van desde brujas, niñas gatos, empleados de tienda hasta compradores ricachones enfocados en adquirir los mejores dulces. 

Al ser una novela visual, debemos mentalizarnos que es una experiencia estática, solamente controlaremos las decisiones de los personajes y nos pondremos a leer los distintos diálogos de los personajes a través de las distintas historias. 

Las opciones son más que binarias, habrá ocasiones que tendremos tres o cuatro opciones distintas, y los distintos caminos que se forjarán gracias a nuestras decisiones nos brindará un total de 10 finales distintos. Este buen número de finales, nos ofrece un replay value más amplio que los juegos de Ratalaika Games. 

Una de las grandes incertidumbres que tenía con Syrup and The Ultimate Sweet es la brecha del idioma, ya que muchas adaptaciones de la competencia no cuentan con idioma en español, para fortuna nuestra, todos los textos se encuentran traducidos, y son pocos los errores de traducción. 

La experiencia en una sola jugada es rápida, ya que tardarás cerca de una hora en terminar uno de los distintos finales, y estos varían en finales buenos malos y normales, entre los malos puedes obtener uno en menos de cinco minutos.  

En el apartado musical no destaca, tiene un par de melodías de fondo muy tranquilas para que no afecten a tu lectura, pero pasa desapercibida.