Prefacio (osease, aclaración pues): Una mala reseña inclulle la frase «si eres fan de (Inserte nombre de la franquicia) te gustará este nuevo título» pero es como decir «Si tienes diabetes te encantará la insulina», ya sabes que lo vas a comprar. Lo que me pone en un predicamento al hacer la reseña de una expansión.
Starcraft II: Heart of the Swarm es un juego de estrategia en tiempo real diseñado por los gnomos mágicos de Blizzard Entertainment en un paso más por controlar el mundo. Esta expansión está completamente centrada en una de las razas del juego, los Zerg.
La historia toma lugar después de los eventos de Wings of Liberty donde Jim Raynor usa un aparato Xel’Naga para restaurar la forma humana de Sara Kerrigan (si no sabes quienes son estos personajes imagina que el héroe del juego anterior tiene una novia que es traicionada y convertida en la reina de los xenomorfos para después regresar a su personalidad humana).
Si tuviera una lista de personajes cuyo rol en algún videojuego dieron un gran giro en la trama, Kerrigan estaría en el segundo lugar (1er lugar: el protagonista de Bioshock) Sara Kerrigan es manipulada y abandonada a su suerte por Arcturus Mengsk en un plan malvado para establecerse como emperador de los humanos, la ironía es que por las habilidades psíquicas de Kerrigan esta se convierte en la reina de los Zerg con una venganza por cobrar. Su evolución como personaje se ve tanto en la historia como en el gameplay al desbloquear mejoras para Kerrigan quien está presente en casi todas las misiones. Cada misión otorga cierta cantidad de puntos, con la posibilidad de obtener una cantidad extra al cumplir los objetivos secundarios, estos puntos te servirán para desbloquear nuevas habilidades. ¡Puntos, muchos puntos!
Hablando de evolución, los zerg son seres monstruosos con un gran énfasis en la mejora de sus unidades, durante el juego al desbloquear una nueva unidad de ataque puedes seleccionar una mutación, que es una mejora que le da una ventaja extra a tu unidad, ya sea la habilidad de mover más rápido a tus zerglings, mayor resistencia a los ataques o que ataquen con una mayor velocidad. Cada unidad cuenta con 3 mutaciones que pueden ser cambiadas al principio de cada misión.
Si esto no te es suficiente (y no lo es) a lo largo del juego desbloqueas misiones adicionales donde puedes escoger que camino evolutivo tomarán tus unidades. Estas misiones son cortas y son imposibles de perder, su propósito es familiarizarte con 2 diferentes estrategias que pueden tener tus unidades para así tomar la decisión de cómo deben evolucionar y como se jugará esa unidad durante el resto del juego.
En el caso de los Zerglings (y esta fue mi favorita) puedes escoger tener zerglings que sean un poco más resistentes y puedan saltar peñascos o bajarlos para alcanzar unidades que intenten tener una ventaja estratégica o puedes seleccionar tener 3 zerglings por cada larva y que su gestación sea casi instantánea. Evidentemente opté por la segunda opción ya que crear un un zerg rush en segundos, me dio la sensación de poder dominar el escenario o crear una defensa en caso de que descuidara mi base.
Cada unidad tiene diferentes evoluciones y estas no eliminan las mutaciones previamente seleccionadas ni las alteran, son un extra al extra de los zerg.
(Sin spoilers) En cuanto a la historia diré que está muy bien estructurada, a pesar de haber sido la reina de las cuchillas y haber matado a millones de humanos, es sorprendentemente humana y un personaje con el que puedes relacionarte o simpatizar con lo que está sintiendo. Las animaciones muestran su dolor, duda, orgullo, felicidad, tristeza, determinación y sus hermosos ojos… ehmm… zerg.
A partir de la 3a misión, el juego obtiene una visión clara y desde ese momento tu motivación va en crescendo, acercándote a tu meta, con un ejército de monstruos listos a obedecer tus ordenes sin importar que una parte humana dentro de ti pueda querer frenarte. En los breves momentos de lucidez cuando me di cuenta que estaba controlando y echándole porras a los monstruos genocidas intergalácticos, una parte maquiavelica en mí supo que era lo correcto, que debía hacerse sin importar las consecuencias, sin importar cuantos humanos, protoss y cualquier otra raza pudiera asesinar en mi camino para completar la misión de abrir un estante de helados italianos con los ositos cariñositos (no es cierto).
Durante todo el juego tienes esta sensación de poder no solo sobre tu gran ejército, no solo por tus super-poderes psíquicos o zerg pero viene de la motivación y meta de tu personaje. Algo que algunos otros diseñadores desprecian por su predictibilidad es poder tener una meta clara, un ejemplo es God of War 3 donde parecería que tu meta es matar a Zeus pero te distraes a lo largo del juego, este no es el caso. Todas las misiones complementan tu meta y mantienen el suspenso ya que Arcturus Mengsk es de esos villanos super inteligentes y escurridizos capaces de evadir cualquier trampa y pueden manipular la verdad para resultar victoriosos al final o incluso sacrificar a su propia gente con tal de escapar para luchar otro día.
En el aspecto gráfico la atención al detalle es impresionante, los duendes mágicos de Blizzard Entertainment logran en esta entrega poner todos los rasgos de la personalidad del personaje con solo verlo. Por ejemplo, el personaje de la foto siguiente es Abathur y de solo verlo no te equivocarias al pensar que es el visir inteligente, analítico, calculador y mañoso que te aconsejará sobre algunas cuestiones durante el juego.
Como había mencionado, las animaciones faciales y atención al detalle crean muy bien la ilusión de que son lugares reales o criaturas reales, cabe destacar que incluso con una computadora muy sencilla, puedes jugar el juego sin mayor problema técnico, aunque te pierdas de los finos detalles en las gráficas, puedes apreciar el juego y disfrutarlo. Los juegos de Blizzard se caracterizan por su escalabilidad en diferentes computadoras.
El multijugador obviamente no lleva las mejoras que escoges en la campaña de un jugador. Los mapas son enormes con grandes recursos donde empiezas con solo las unidades más elementales. Mi mapa favorito es uno donde tienes minas y fuentes de gas vespeno en cercana proximidad lo que permite rápidamente apropiarte de estos recursos y crear un mejor ejército si te sabes defender. En entrevista con uno de los diseñadores nos comentó que el multijugador está diseñado para profesionales y no para novatos (como este humilde reseñador).
Conclusión:
Como mencioné al principio, es difícil hacer la reseña de una expansión ya que si jugaste Wings of Liberty, quieres saber que ocurre no solo con Kerrigan, sino con todos los otros personajes, puede que los zerg no sean tu raza favorita y sabes que debes tener esto para ponerte al día cuando Legacy of the Void salga cuando deba salir. Si no has comprado un juego de Starcraft, puede que esta reseña sea algo intimidante al hablar de tantos personajes que no conoces, pero la verdad es que si solo tuvieras que jugar esta expansión podrías casi toda la historia.
Si eres de los primeros, te diré que los zerg tampoco son mi raza favorita pero disfruté sentirme como el comandante de este ejército devorador de planetas. Si eres de los segundos, te diré que considero la saga de Starcraft como uno de los juegos que todo gamer debe probar al menos una vez y esta expansión es prueba del porqué.
