El género de exploración o aventura dentro de la industria ha tenido sus altibajos durante la última década. Con poca atención de parte de las principales desarrolladoras (como todo lo que no es un FPS u Open World), los estudios pequeños e independientes hicieron de este género su pequeño jardín de frutos. Algunos combinaron el género con el de plataformas, algunos otros siguieron un camino de metroidvania (exploración).
En esta ocasión no tenemos un estudio independiente, sino el reconocido Insomniac Games responsables de sagas como Ratchet and Clank y Sunset Overdrive, que comienza a diversificarse dentro de la industria al tener todo tipo de proyectos, y que con apoyo de Gametrust, publicadora filial de la cadena Gamestop, lanzaron al mercado Song of the Deep, un juego interesante que si bien tiene el sello de garantía de sus desarrolladores, al último momento deja que desear por elementos que no podemos ignorar.
La historia del juego sigue la travesía de Merryn, una pequeña niña que vive con su padre al lado del mar y que le fascinaba escuchar las historias que su padre le contaba antes de dormir. Un día, su padre al zarpar al mar; no regresó, por lo que Merryn, deprimida en un inicio, toma fuerzas y se arma de valor para construir un pequeño submarino con el cual irá en su búsqueda a través del desconocido océano.
La presentación del juego es impecable. Con un arte digno de imprimir y enmarcar en tu pared, más de una vez te verás detenido para tomar capturas de pantalla del juego y sus diferentes escenarios. Un estilo gráfico como si de un cuento se tratará deleitarán tu vista. Niveles muy detallados, con sombras y luces que ayudan a recalcar la belleza de sus acuáticos mundos, además de pequeñas cinemáticas a modos de cuento le dan una inmersión al juego muy envidiable. La historia nos será contada por un narrador que en ocasiones se escuchará de fondo mientras tu sigues jugando, lo que le da más credibilidad al juego para hacerte pensar que estás en un cuento.
La música del juego es melancólica y se lleva muy bien con el estilo gráfico del juego. No interrumpe ni cansa al momento de estar resolviendo los acertijos que se nos presentan y, en las situaciones más tensas, ayudará a que te sientas como Merryn descubriendo el mar y sus abismos.
Todo esto combinado nos deja una gran felicitación para Insomniac Games ya que se nota en gran medida el trabajo y dedicación que le brindaron a estos apartados. Sin embargo aquí es donde llegan las quejas.
El apartado técnico del juego sufre, y permea de manera definitiva al gran trabajo de presentación y arte del juego, empezando por una muy mala optimización, tenemos caídas de framerate y bugs en las consolas caseras y en PC (que fue la que se usó para esta reseña). Estas fallas terminan amplificadas por su mal control, que si bien podríamos poner como excusa que es un juego enteramente diseñado en niveles acuáticos, un elemento que debieron tener en cuenta y pulir ya que es el centro de la dinámica de juego.
Diseñar niveles bajo el agua no es fácil. La física no actúa igual que mundos creados de manera convencional, por lo que los desarrolladores que tengan esta premisa de presentar juegos basados en el océano deberían tener en cuenta que la jugabilidad es importante. En Song of the Deep, como bien se ha comentado, se utiliza a Merryn y su pequeño y desvalijado submarino. El control es impreciso, y se siente frustrante por momentos. Tendremos para defendernos de la fauna acuática, un pequeño gancho que funcionara como si de un látigo se tratará, que además servirá para llevar algunos objetos clave para que podamos avanzar, o bien, para sujetarnos en algunas secciones donde una fuerte corriente podría llevarnos sin regreso.
Todas estas fallas se sienten un poco incompresibles viniendo de un estudio de la talla de Insomiac Games. Teniendo tantos exponentes indies en el mercado, uno esperaría que fueran capaces de entregar un producto pulido en todos los sentidos, y no solo en su presentación. Viene a la mente juegos como Child of Light de otro gran estudio como Ubisoft, que igual dejaba mucho que desear en la parte de la jugabilidad.
Las mecánicas de juego tienen destellos de juegos de aventura y plataformas, si lo queremos ver de cierto modo, ya que la exploración de los niveles no es muy basta más allá de alguno que otro punto secreto dentro de un nivel semi- lineal. Los niveles, al ser acuáticos son muy verticales en algunos puntos, y se diversifican en puzles, pequeños encuentros con criaturas a las que tienes que vencer, y uno que otro jefe. Es por esto que no podría llamarlo metroidvania en forma, ya que la progresión del juego, con muy buena curva de aprendizaje, no da para exploraciones de niveles que ya hemos pasado.
Podemos conseguir nuevas habilidades, como la de sacar a nuestro personaje del submarino y realizar acciones que no podríamos con nuestro gancho. Los acertijos son buenos, aunque son más los fáciles que los complicados. Las batallas contra los jefes son cortas, y digamos que el control no ayuda mucho, en exploración es bueno, pero al momento de entrar en combate no es el óptimo.
No negaré que es entretenido pero si llega a ser desesperante tener que lidiar con todas estas fallas. Lo que le ayuda al juego es su corta duración y precio accesible ($15 dólares) que termina por dejarte satisfecho en relación precio-calidad, pero esto no quita que te deja con el sabor de boca de haber esperado un poco más.
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