Comenzaré diciendo que si ustedes desean ver al RoboCop con el que crecieron, lleno de clichés de los 80, con la ya típica exageración que rondaba aquellas épocas; tristemente debes de alejarte de esta película ya que no es para ti.
Si has logrado llegar a estas líneas, aquí está tu reseña:
Imagina un mundo donde la paz es posible, esto debido a que los Estados Unidos de América han logrado crear robots capaces de mantener el orden en cada país que hace uso de ellos, obviamente haciendo que cada nación pierda soberanía en un discurso político muy discutible y debatible (aunque hoy no será el día).
Irónicamente las calles americanas siguen sumergidas en el caos, la corrupción y la acostumbrada violencia, permitida por la ineficiencia de la policía “humana”, por eso se busca lograr introducir a esas maquinas pacificadoras que la compañía Omnicorp (adiós OCP) fabrica para otros países, aunque debido a una pequeña ley esto será imposible.
En este punto se nos presenta al detective Alex Murphy (Joel Kinnaman) y su gran iniciativa por eliminar al crimen de su ciudad. Agradezco que en esta ocasión sepamos un poco acerca de Murphy y de su complicada vida como esposo y padre y no solo sea una breve introducción y una pronta aniquilación como en el clásico ochentero.
Y como debía ser, las circunstancias nos llevan al punto en que aparece RoboCop y vemos todo ese proceso de negación que Alex presenta, acompañado de grandes escenas y sobre todo la actuación maravillosa de Gary Oldman.
Ahora pasando al apartado de actuaciones música y demás, puedo decir que el doctor Norton (Oldman) realmente proyecta su preocupación por la humanidad de Alex, con Raymond Sellars (Michael Keaton) —que juega el papel de antagonista— siento que su papel pudo dar para mucho más como villano; por último el genial Pat Novak (Samuel L. Jackson), un comunicador que cuenta con un rol muy peculiar dentro de esta cinta. Ellos tres llevan la trama a pesar de no ser los protagonistas, esto no quiere decir que el personaje de Alex o de su esposa lo hagan mal, ellos realmente están en su papel. Aun así siento que esta vez la dirección de José Padilha (Tropa de Elite) me quedó a deber en varias partes.
En cuestión de la banda sonora, es totalmente irrelevante y olvidable a excepción de la tonada característica de RoboCop que aún con los nuevos arreglos me sigue emocionando.
El detalle del traje pensé me molestaría pero esos guiños a la antigua película realmente son agradecidos y el cambio de color de gris a negro me parece muy favorable para los tiempos en los que estamos, además esa luz roja en su casco realmente se ve muy badass.
Vienen los puntos negativos. Hay muy poca acción y mucho parloteo (se supone que es RoboCop señores, no Dawson’s Creek), esto debido a lo más importante que es la falta de un villano con más peso en la trama. Otra queja es que a pesar de que está ambientada en el año 2028, fuera de la tecnología de Omnicorp, bien podría ser el año 2014.
Por todo lo demás, si están listos para darle una oportunidad a este nuevo RoboCop donde encontramos un debate de hasta qué punto se puede perder la humanidad en una historia mucho más compleja y, a mi punto de vista, coherente con respecto a la primera.
Si están listos para aceptar que ese icono ya no está en esta cinta, se las recomiendo.
Aquí el trailer.
