Las personas del estudio independiente Cornfox and Bros. y publicado por FDG Entertainment Nos traen una propuesta nueva, Oceanhorn – Monster of Uncharted Seas, que es el recuerdo vivo, llámese tributo o inspiración, de una franquicia querida por todos que es The Legend of Zelda, y particularmente, se nota la herencia visual enfocada en el título de Wind Waker. ¿Será una propuesta a la altura de Zelda o solo tomo los elementos característicos, pero sin hacerlo un juego deseable?
La historia se centra en un pequeño héroe que está en su travesía por conocer su pasado, encontrar a su padre, y derrotar al poderoso Oceanhorn.
De un inicio, notarás que visualmente se parece a Wind Waker, es más, el gameplay es muy parecido, ya que tendrás que estar navegando en tu bote e ir de isla a isla resolviendo distintos puzles en este título de aventuras. La creatividad no hay límite, pero tampoco para el reciclaje de ideas buenas. El apartado visual se opaca a sí mismo, si bien la cámara aérea y los escenarios contienen una gran paleta de colores, se pierde el detalle durante las cut scenes, donde veremos los errores y malos características a fondo.
Los controles son muy básicos y un poco exactos: los movimientos de tu personaje son atacar con una espada corta, defenderte y reflejar los ataques enemigos mediante tu escudo. El problema aquí recae en que, el alcance de la espada no es tan exacto y tardarás en acostumbrarte en las distancias (incluso no podrás moverte y atacar con la espala al mismo tiempo). Asimismo, el escudo no tiene un uso más dinámico: estando siempre en guardia reflejarás todo, no hay un bonus o algo que mejore al activar tu escudo en el momento exacto.
La interacción con los NPC será fundamental para desbloquear nuevas Quest, así como la posibilidad de ir visitando más islas, algunas con sus mazmorras pequeñas, pero el juego tiene tres calabozos principales.
Los enemigos dentro del juego no están tan presentes, por lo que no esperes un título lleno de acción. Un problema con el juego es que la AI de los enemigos es muy deficiente, presentándose casos en el que te ignoran, se quedan parados o que te acompañan al agua y cometen suicidio.
La navegación no es tan pulida como en Wind Waker, al ser un título de menos presupuesto, Oceanhorn se queda corto, siendo muy limitada la travesía, en lugar de ir libremente por el extenso mar abierto, aquí el mar es mucho más corto, y se enfocará el viaje de ir del punto A al B, siendo esta una acción automática, por lo que no controlarás el barco per se.
El diseño de los niveles en Oceanhorn tienen problemas, son con muchos laberintos, pero el problema radica en los “saltos” que das entre las plataformas, no hay una lógica para saber si un salto es lo suficiente alto o no para que puedas realizarlo, no hay como distancias predefinidas para que sepas si se puede o no realizar.
Algo que aplaudo mucho es su gran soundtrack, ya que hay ciertos ambientes del escenario que se escuchan, como el sonido del mar o el viento o las gaviotas, pero principalmente tus aventuras estarán acompañadas por compositores de alto calibre como lo son Kenji Ito, Kalle Ytialo y el muy conocido Nobuo Uematsu.
El juego podrás finalizarlo entre 9 a 14 horas, dependiendo de qué tan meticuloso te pongas a la hora de explorar la isla (o que tanto te pierdas en los enredados caminos)
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