Los platformers 2D no han muerto
Todos aquellos que tengan un hermano menor conocen las enormes peripecias que provoca el convivir directamente con estos extraños habitantes de tu habitación. Max: The Curse of the Brotherhood nos muestra uno de los peores escenarios que podríamos tener si nos quisiéramos deshacer de estos molestos hermanos menores y nos lleva a una aventura de plataforma en 2D visualmente agradable aunque un poco limitado en su jugablidad.
Max: The Curse of Brotherhood es un juego para Xbox One y Xbox 360 descargable vía Xbox Live Arcade, en el que el hermano mayor (Max) llega y encuentra a su pequeño hermano destruyendo sus juguetes, por lo que expresa el deseo de que éste desaparezca de la faz de la Tierra y sin darse cuenta invoca un hechizo (que encuentra en Internet) que hace su deseo realidad.
La nueva aventura nos presenta un juego de plataforma de corte clásico en 2D. A pesar de los enormes escenarios que vemos a nuestro alrededor, Max sólo es capaz de ir hacia delante y hacia atrás, además de saltar, escalar o agacharse. Lo que se presenta como un juego de plataformas poco atractivo en su propuesta, con saltos más o menos precisos, plataformas móviles, otras que desaparecen, etc.; se convierte en un título con un alto grado de componente de rompecabezas gracias a su marcador mágico. En el mundo paralelo en el que aterriza, Max conoce a una hechicera que le explica que debe acabar con Mustacho, el malvado brujo que ha secuestrado a su hermano. La clave de todo es el marcador mágico y sus posibilidades.
La diferencia mayor marcada entre las opciones que podemos encontrar en el mercado, Xbox 360 y Xbox One, está en el apartado visual (para los observadores más exquisitos). Sólo podemos resaltar las posibilidades de un motor Unity, mejor apreciado en la versión de Xbox One.
En términos de jugabilidad, las versiones de ambas plataformas son sumamente similares, se mantiene igual de inicio a fin y en realidad no podrás notar una diferencia en los controles o en el manejo del marcador mágico. El sonido sigue teniendo los mismos problemas que la versión de One, una línea de subtítulos con una traducción no muy acertada, con los mismos chistes burdos y gritos a la menor provocación.
El juego cuenta con una duración aproximadamente de cinco horas, que se mantiene en ambas versiones, ya que no cuenta con contenido extra entre ellas. En cuanto a la decisión de en qué plataforma jugarlo, la única circunstancia que deberás de tomar en cuenta es si tienes un Xbox 360 o un Xbox One, y si es el caso que cuentes con ambas, el apartado visual en una consola de nueva generación te hará disfrutarlo un poco más.
Al final, Max: The Curse of Brotherhood es un gran exponente si a juegos de plataformas y puzzle nos referimos, con un gran atractivo visual y cinemáticas con una calidad al nivel de Pixar que nos llevan a una aventura que, si bien es algo sencilla, te dará unas cuantas horas de gran diversión.
Si deseas conocer todo los pormenores de Max: The Curse of Brotherhood consulta la reseña de la versión de Xbox One aquí.
