En 1979, un joven que había terminado la carrera de Medicina decidió intentar una película de vaqueros. Todo parecía estar perfecto, excepto porque no tenían presupuesto para adquirir caballos. Entonces George Miller decidió hacer un giro enorme a la trama: substituyó a los caballos por automóviles, el entorno del viejo oeste se volvería un ambiente apocalíptico y con esos cambios nacería la cinta Mad Max, cuya sencillez y brutalidad generó un éxito inesperado, dando comienzo a una saga de películas que se volvería distintiva de la década de los ochenta.

Tras 30 años en donde el director estuvo involucrado en proyectos tan distintos como Las Brujas de Eastwick, Babe: El Cerdito en la Ciudad y Happy Feet, Miller regresa a la saga que le dio fama como director con Mad Max: Furia en el Camino, donde la cinta toma el reto del añejamiento al tener que recurrir no solo a la renovación de su elenco sino también al uso de la tecnología moderna. ¿Habrá envejecido la saga junto con el director?

La cinta nos cuenta como «Mad» Max Rockatansky, interpretado ahora por Tom Hardy, sigue deambulando por el desierto australiano, perseguido por los vivos y por sus memorias. Es atrapado por una tribu y puesto como un recurso vital para un War Boy (jovenes fanáticos entrenados para pelear en batallas) llamado Nux (Nicholas Hoult). Pronto ambos se verán involucrados en la persecución de una fugitiva llamada Imperator Furiosa (Charlize Theron) quien le robó algo muy importante a su líder Immortan Joe (Hugh Keays-Byrne). Esto desatará una aventura en la que Max, sin quererlo, se convertirá en pieza importante.

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Tom Hardy es un digno sucesor de Mel Gibson

Una cosa de la que puede pecar la saga de Mad Max es que sus historias nunca van a ser tan memorables, pero Miller tiene esa genialidad de contar estas historias de una manera que nos cuesta trabajo levantarnos del asiento, porque el director logra mantener la tensión durante mucho tiempo y nos permite observar tensas persecuciones y batallas impresionantes en medio de la llanura australiana, que siendo sinceros, es lo que vamos a ver. Si bien, los traumas de Max también son un buen hilo conductor en esta cinta, Miller nos pone más al tanto del ambiente que hay en la zona, del extravagante y extraño tirano que gobierna la región y que demuestra esa frase de «quien tiene el agua, tiene el poder» que hemos visto en muchas cintas, incluso en la cinta animada Rango.

Miller explora ese ambiente con singular detalle, logrando mejorar aún más la visión del apocalíptico mundo de Max. Ya no solo es ver personajes con tendencias bondage (de vestir cosas raras y tener actitudes sexuales extrañas), sino de mostrar ideologías, cuestiones religiosas, cuestiones sociales e incluso mejora mucho la toma en la perspectiva de los oprimidos, algo que no funcionó tan bien en La Cúpula del Trueno. Eso sisin dejar de buscar asombrar al público con cada toma. Si en Apocalipsis Ahora, Francis Ford Coppola había logrado darle genialidad a un bombardeo haciendo que un helicóptero tocara La Cabalgata de las Valkirias, Miller toma la referencia y la hace más asombrosa, cuando Immortan Joe decide traerse la banda sonora de su batalla con él… ¡tocada en vivo!.

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Cuando no hay nada en la radio, este tipo salva los aburridos viajes en carretera.

Los diseños de los personajes son quizá un poco más sencillos de lo que vimos en El Guerrero del Camino, pero no deja de tener personajes extraños, con nombres sumamente extravagantes que les divertirá leer en los créditos. De hecho, si consideraban raro el diseño del traje de Bane que Tom Hardy usó en El Caballero de la Noche Asciende, este parece un simple disfraz de convenciones ante el impresionante diseño del traje de Immortan Joe. Claro otros personajes con un vestuario simple pero efectivo como los War Boys o etéreamente sensuales como las Cinco Esposas, como si Immortan tuviera su propia colección de chicas disfrazadas de diosas griegas.

Pero lo que aquí viene uno a ver a esta cinta es la acción, y Furia en el Camino no decepciona en lo absoluto, entre el diseño de los diversos vehículos que participan en las batallas, el planteamiento de cada pelea, donde incluso las motocicletas pueden ser armas muy letales y los impresionantes efectos especiales usados en la cinta, tenemos enfrente una obra maestra en la mezcla de efectos prácticos y efectos por computadora. Con una escena de la película tenemos para dejar con la boca abierta al público, que es cuando la persecución se dirige a un poderoso tornado que se ha levantado en el camino, para mi es una de las mejores escenas de la película y, sin duda, esta cinta va a pelear los premios por Mejores Efectos Visuales el próximo año.

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Van derechito a la mejor escena de acción del año.

Aunque la parte actoral no resalta tanto, podemos notar buenos destellos de actuación en los actores principales. Tom Hardy no requiere mucho esfuerzo para lograr meterse en los zapatos del personaje que interpretó Mel Gibson en su juventud -que, siendo sinceros no tiene mucho diálogo pero si mucha expresión corporal- y, sin duda, es un digno sucesor para seguir interpretando a Max. Charlize Theron se roba varias escenas cuando tiene la oportunidad y nos muestra a una personaje fuerte, sólida y con mucha convicción.

Pero los dos actores que se roban la cinta son Nicholas Hoult y Hugh Keays-Byrne, el primero nos muestra con Nux toda la ideología y locura que traen los War Boys y nos muestra cómo ese fanatismo puede ser diluido, aunque con cierta dificultad, además de proporcionar en los momentos adecuados los tonos de comedia que ayudan a romper un poco la tensión. Keays-Byrne, por el contrario, el creador de toda la ideología, el tirano de la cinta, es un villano impresionante, quizá frágil en su cuerpo, pero poderoso a la hora de estar tras el volante, un personaje que no pierde la firmeza en ningún momento y que se puede considerar como uno de los mejores villanos del año.

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Immortan Joe es el villano mas impresionante de los últimos años.

Aunque la historia peca de sencilla y que toma algunos elementos de otras cintas para fortalecerse, es una cinta indispensable para los amantes de la acción y las fuertes explosiones en pantalla. Furia en el Camino es el regreso triunfal de Mad Max a los cines y, si por mi fuera, podrían hacer diez películas más de estas y no me cansaría de verlas. Miller y la saga superaron el reto del añejamiento y, como los buenos vinos, su historia ha tomado mejor sabor con el tiempo.

Lo reafirmo, decían que el 2015 sería la Era de Ultrón, pero Max, de manera rápida y furiosa, ha tomado para si dicha Era.

Calificación: 9.5