En 1954 se estrenó una de las mejores películas de la historia, Los Siete Samurais, una impresionante cinta de acción japonesa dirigida por Akira Kurosawa, donde un grupo de samurais deciden ayudar a un pueblo pobre de un grupo de forajidos que exigen lo poco que obtienen en el cultivo de arroz.
El éxito por la narrativa de esta cinta, que por cierto dura 3 horas y media, inspiró a la creación de muchas películas con el mismo concepto, un grupo de personas distintas peleando por un bien común ante un enemigo que, en el papel, parece superior, Pixar lo adaptó como Bichos, hay un anime llamado Samurai 7 con un tono futurista y hasta Hollywood lo adaptó de manera formidable con Los Siete Magníficos en 1960.
Antoine Fuqua decide estrenar una nueva versión de esta historia, nuevamente del punto de vista de los vaqueros y con una tonalidad distinta, veamos qué nos pareció la nueva versión de Los Siete Magníficos.
Los siete vaqueros en cuestión son interpretados por Denzel Washington, Chris Pratt, Ethan Hawke, Vincent D´Onofrio, Manuel García Rulfo, Byung Hun-Lee y Martin Sensmeier.
Además contamos con las actuaciones de Haley Bennett, Peter Sarsgaard y Matt Bomer entre otros actores.
La historia es similar a sus predecesoras, Sarsgaard interpreta a Bartholomew Bogue, un ambicioso minero que decide sacar por la mala a los habitantes de un humilde pueblo que esta cerca matando en el proceso a varios habitantes. La viuda de uno de ellos (Bennett), decide pedir la ayuda de un cazarrecompensas quien decide reclutar a un grupo de pistoleros tan diverso en lo racial como en sus habilidades.
Así Pratt es un carismático apostador; Hawke un francotirador con traumas de guerra; D´Onofrio un alocado pero enorme cazador; García Rulfo un delincuente mexicano, Hun-Lee un experto en artes marciales y Sensmeier un indio comanche.
Y en medio de esa mescolanza racial es complicado hacer una comparación con las versiones racial y habilidosamente menos complicadas que hicieron Kurosawa o Sturges, era menos complicado identificarnos con alguno de los samurái que Kurosawa desarrollo debido a que su versión nos daba tiempo de conocer con calma a cada uno de los guerreros involucrados en esta aventura o con los de Sturges dado que esa poca diversidad no hacía difícil tener tiempo para ver a cada uno.
Y ahí es donde falla Fuqua, quien pese a lograr una buena química entre varios de los personajes, esta claro que solo tres personajes toman mucha atención, por supuesto hablamos de un Denzel Washington frío, enigmático y demasiado solemne como el líder del equipo, un Chris Pratt que no tiene dificultad de robarse las escenas y darnos los momentos de humor, aunque esta claro que, aunque sea Star-Lord, aunque dome velociraptores o intente emular a Toshiro Mifune con pistolas, sigue siendo el mismo personaje que ha interpretado Pratt en estos últimos cinco años.
Ethan Hawke es quien sabe robarse varias escenas, como el francotirador con estres post-traumático, con esos lapsos que le dan mucho sentido a sus escenas, esa amistad y complicidad que tiene con el personaje de Byung Hun Lee (quien técnicamente es Storm Shadow con bigotes) y los momentos de sarcasmo que en momentos tiene.
Vincent D´Onofrio tampoco aparece tanto pero divierte su personaje, con un tono exagerado de voz, pero que a la hora de los trancazos y de mostrar su fanatismo religioso se vuelve el punto de varios chistes.
Tanto Sensmeier como García Rulfo tienen sus momentos, pero esta claro que son los menos trascendentes de los Siete, no dan muchas líneas de diálogo (especialmente cuando el primero es un Comanche y el otro no pasa de decir «güero» a Pratt y soltar varias de nuestras mejores palabras de nuestro vulgar vocabulario).
Otro punto a considerar es el villano, que realmente se ve poco en la trama, pero tenemos a un personaje que raya en lo patético por momentos, mas sabe lucir en un momento clave de la trama, pasa de lo odiable al inicio hasta lo impresionable al final,pero es poco lo que aporta Saarsgard.
Quizá el personaje más cliché en la trama, considerando cintas recientes es la viuda que interpreta Haley Bennett, quien de pronto no deja de acusar mucho parecido con Katniss de Los Juegos del Hambre (tanto en lo físico como en la actitud, vamos, hasta literalmente le roba una línea de diálogo emblemática a la Chica de Fuego), un personaje que intenta agregarle un toque luchón a Los Siete Magníficos pero que queda corta en el intento.
La trama en sí podemos considerar que tiene un inicio soberbio, un desarrollo que mas que pedirle algo a sus antecesores queda incluso debiendo un poco, con muchas referencias a las dos cintas anteriores como el emblemático tema de Elmer Bernstein, la referencia del caballo indomable o la batalla final llena de giros de tuerca, sacrificios y momentos emotivos.
Pero eso no compensa que, entre la escena inicial y la batalla final, veamos un desarrollo que va masticándose lentamente en la búsqueda de los Magníficos, con todo y escena de presentación, y que, al llegar al pueblo, veamos como Fuqua decide brincar algunos elementos de la trama para ahorrarnos tiempo cine y decida dejarnos sin tanto desarrollo de personajes. Vamos, ni siquiera el personaje de Washington se entiende tan bien si no tenemos la suficiente paciencia de esperar hasta el final.
Eso si, tenemos escenas de acción muy bien elaboradas, con una buena ración de violencia, momentos ingeniosos, batallas encarnizadas y un gran trabajo con los efectos visuales, definitivamente la cinta logra quedar en un buen nivel de entretenimiento en su género aunque queda lejos de sus antecesoras a la hora de las comparaciones, esta claro que Los Siete Samurais es una cinta insuperable y que se puede imitar o adaptar, pero jamás siquiera igualar.
Otro detalle a agregar es que estamos escuchando la última banda sonora de James Horner, quien logra un trabajo aceptable en esta producción donde se pone a juguetear por momentos con la banda sonora de Elmer Bernstein y hasta nos hace pensar que en algún momento saldrá esa tonada tan memorable, podemos decir que es una despedida muy digna para este gran compositor.
Aun así tenemos una buena opción de acción para ir al cine, con el suficiente entretenimiento para un domingo por la tarde con muchas palomitas.
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