Había pasado mucho tiempo desde que sentí una gran frustración al jugar un videojuego. Eso fue lo que me paso con Klaus, título independiente desarrollado por La Cosa Entertainment donde han logrado que me salgan canas verdes, además de casi destruir mi control. Klaus es un juego de plataformas donde tomamos el control de un oficinista que despierta en un mundo muy extraño y en su brazo tiene marcada la palabra “Klaus”. De inmediato nos pondremos manos a la obra sin mas explicación de la historia que rodea a este juego.
Gracias a esto, te queda un pequeño sentimiento de intriga por saber qué demonios esta pasando y esto será lo que al final te animará a seguir intentando pasar los niveles a pesar de fallar una y otra vez. Aquí comenzaré a hablar del modo de juego. Como en cualquier titulo de plataformas, deberemos esquivar varios obstáculos utilizando el botón X para saltar y el botón de circulo para aumentar nuestra velocidad. Sin embargo, no siempre será fácil superar los obstáculos, por lo que rápidamente se vuelve un título de acierto y error donde deberemos memorizar los patrones de cada uno de los obstáculos. Y es que no solo habrá que avanzar esquivando todo tipo de objetos puntiagudos, sino que también deberemos revolver algunos puzles.
Para hacer esto, utilizaremos el panel táctil del control del Dual Shock 4 que funcionará para abrir algunas puertas o mover plataformas. Cada nivel está muy bien diseñado y representa todo un reto hasta para los jugadores mas experimentados. Muchas veces podrás estar confiado de saber que es lo que sucederá en cierto nivel pero te sorprenderás al darte cuenta de que lo que suponías que pasaría ni siquiera se acerca a lo que realmente sucedió. Y es que la dinámica del juego hace que quieras superar los niveles rápidamente pero no tardas mucho en observar que la clave está en tener paciencia, observar bien todos los obstáculos y entonces tomar una decisión.
En cuanto a los puzles, estos son muy variados y van desde obtener una llave para acceder a una puerta hasta mover objetos para avanzar. Por si todo esto no fuera suficiente, contaremos con batallas con jefes finales, las cuales son un verdadero calvario. La clave para derrotarlos será aprender los patrones de sus ataques pero es más fácil decirlo que hacerlo. En este aspecto, Klaus respeta todos los cánones de los títulos de plataformas de antaño con un toque moderno.
Desgraciadamente no todo es genial. Un gran detalle en contra es que te costará algo de trabajo acomodarte a los controles, sobre todo por que hay ocasiones en que estarás usando la pantalla táctil del control y sin querer moverás el joystick haciendo que el personaje se mueva a un punto donde no debería dando como resultado, casi seguro, su muerte.
Por otro lado la mayoría de los obstáculos no son muy variados y solo están colocados de diferente manera. Visualmente luce bastante decente y lo que resalta es el estilo en el cual están diseñados los personajes y las ambientaciones. Klaus es un juego que seguramente les fascinará a los que buscan un título de plataformas que presente un gran reto, pero sobre todo, que cuente con detalles de la vieja escuela las cuales son las que le dieron forma a esta clase de juegos. Pero si por el contrario, eres de los que no tolera estar muriendo una y otra vez o simplemente no tienes paciencia, te sugiero que mires a otro lado ya que este juego te volverá loco tan pronto comiences el segundo nivel.
Calificación: 8.5
