En el año 2015 tuvimos una cinta que tomó por sorpresa al público, Kingsman: El Servicio Secreto que, impulsada por un público que no quería ver las perversiones de Christian Grey, se encontró en cambio con una inteligente cinta de espionaje con tonos cómicos y una trama de la que era difícil zafarse gracias a la ingeniosa adaptación que Matthew Vaughn hizo al comic de Mark Millar.

El éxito de esta cinta que, por cierto, se estrenó en México con una polémica edición en la escena más importante de la cinta, impulsó a Kingsman a tener una secuela, El Círculo Dorado, que está en los cines en estos días.

De nuevo bajo la dirección de Vaughn vemos de regreso aTaronEgerton (Volando Alto), ColinFirth (El Diario de Bridget Jones… si vieron la cinta anterior, tendrán que ver la nueva cinta para entender por qué está en los créditos),  Mark Strong (Sherlock Holmes), Edward Holcroft (Academia de Vampiros) yHannaAlström. Además vemos las actuaciones deJulianne Moore (Still Alice), Halle Berry (X-Men), Elton John, ChanningTatum (Magic Mike), Jeff Bridges (IronMan), Pedro Pascal (Game of Thrones) y Emily Watson (La Teoría del Todo).

 

Eggsy y Merlin deberán buscar la manera de vengar a sus compañeros caídos.

Eggsy, ahora convertido en el agente Galahad de los Kingsman, se encuentra en medio de una crisis, cuando su asociación secreta es completamente destruida por el Círculo Dorado, un cártel de drogas dirigido por una megalómana nostálgica llamada PoppyAddams. Lo que queda deKingsman, Eggsy y Merlin, deberán unir fuerzas con una asociación similar formada en Estados Unidos, los Stateman, la cual se basa más en los estereotipos americanos como el whiskey y el uso de ropa vaquera, para poder enfrentar al Círculo Dorado y salvar al mundo de un complot que amenaza la vida de millones.

Por un lado tengo que afirmar que es divertido volver al mundo de Kingsman, el cual continúa mostrando todo aquello que nos gustó de la primera cinta: las escenas de acción que combinan una gran coreografía, buenos efectos visuales y un excelente uso de la cámara y la cámara lenta para que, al momento de los golpes disfrutemos con lujo de detalle tanta violencia. También los toques de comedia, el tener un villano con sus toques patéticos que se disfrutan y hasta el usar a una celebridad como rehén, aunque mejor usado en la trama que lo que fue Mark Hamill en la cinta anterior.

Los vínculos con la cinta anterior son bastante sólidos y en algunos casos, demasiado obvios y repetitivos, mencioné solo a cinco actores de la cinta anterior, pero fácilmente hay otros seis o siete que aparecen, teniendo algunas escenas o prácticamente cameos. Están ahí las referencias al pasado, a que Merlín y el guion nos «recuerden el entrenamiento de un Kingsman», pero si llega a sentirse repetitivo que tenemos otra vez una lección de buenos modales, una pelea coreografiada a la perfección con una canción y hasta hacernos notar que comer una hamburguesa con el villano no siempre es una buena idea.

 

Poppy, megalómana, malvada, nostálgica y con sonrisa de pasta de dientes.

Y estas repeticiones son las que hacen que la secuela de Kingsman se sienta con una sensación de déjàvu, aunque, ahora no tenemos excusas para que recorten escenas (no hay cruces o biblias que obliguen a eso) y hasta se da el lujo la producción de darnos otra dosis de polémica con una escena sexual que es filmada de manera muy inteligente (y curiosamente la escena sexual de la primera cinta tiene una divertida referencia en la segunda).

Aunque podemos decir que es más digerible la villana de esta nueva cinta, una mujer que controla un poderoso cártel, hambrienta de fama y poder y que tiene una fuerte sensación de nostalgia, pues su base tiene referencias a la década de los cincuenta, pronto nos damos cuenta que el guion tira a algo muy similar a lo ocurrido en la primera cinta, pero ahora aderezado con un poco de crítica a la administración actual del gobierno de Estados Unidos, que nos hace pensar que faltó que el presidente pidiera construir un muro en algún momento del filme.

Por si fuera poco, algo que también puede sonar incómodo a la audiencia es que la cinta es bastante larga (140 minutos), algo que ya se siente cuando llegamos al final de la película, donde de pronto nos ponemos a digerir que muchas escenas se pudieron reducir un poco, como la forma en que vamos descubriendo el complot que traePoppy Adams o la escena musical que precede a la batalla final (¿en serio?). Además los lacayos del villano no son tan sólidos, de un lado vemos a un viejo rival de Eggsy con una poderosa prótesis en el brazo (¿donde vi eso antes?, ah en las piernas de SofiaBoutella) y por otro… ¿perros robots? Si, algunos detalles que se hubieran ahorrado aquí y allá y la cinta nos hubiera ahorrado varios dolores de cabeza.

De las actuaciones no podíamos esperar menos de ColinFirth quien, dada las condiciones del personaje, se disfruta verlo en una faceta distinta y ver cómo va evolucionando a ser el agente Galahad de la cinta original, del otro lado TaronEgerton mantiene su constancia como Eggsy y nos divierte verlo otra vez en su personaje, aunque el hecho de ya verlo como agente de Kingsman le quita un poco  de fuerza a su personaje, el cual venía muy rebelde en la cinta anterior.

Julianne Moore sigue en crecimiento en su desarrollo de villanas y esta vez debo admitir que me gustó su personaje en comparación al patético Valentine de la cinta anterior, un personaje que, pese a sus extravagancias, es mucho más creíble y con un complot que si nos dejará pensando a muchos de la audiencia sobre la validez de su acto de maldad, lástima de tener lacayos tan mal fundamentados.

De ahí tenemos a los Statesman, en donde vemos a unos regulares Halle Berry y ChanningTatum, a un desperdiciado Jeff Bridges, y a un sorprendente Red Vip... perdón… Oberyn…, perdón… Pedro Pascal rifándose el físico en las escenas de acciones que le tocan y casi robándose las escenas de acción a Egerton y a Firth.

 

Los Statesman, los primos estadounidenses de los Kingsman, con sombrero, lazo y todo.

Pero agárrense, la sorpresa de esta cinta es un simpático Elton John, quien no solo nos dará algunas risas, simplemente dejen que la cinta avance, sin duda, puntos extras para Vaughn por hacer actuar al talentoso pianista británico.

Y hablando de Elton John, su música aparece por momentos, quizá menos de lo que esperaba, pero esto también da pie a que la cinta haga un breve homenaje a Prince con la escena inicial y ver cómo dos clásicos del country americano, Annie´sSong  y Take Me Home Country Roads, tomen control de dos escenas bastante emotivas del filme, aunque también el cover de Word Up! es uno de los momentos donde realmente la banda sonora domina la escena.

Estamos de acuerdo que el guion de Kingsman se debilita con tantas referencias a la cinta anterior y prácticamente parece una copia de la cinta anterior, pero entre las excelentes coreografías de batalla, las buenas actuaciones de ColinFirth, TaronEgerton y Julianne Moore y la banda sonora, debemos aceptar que es una opción bastante entretenida para el público cinéfilo este fin de semana.

 

 [marstheme_review post_id=»142795″]