Killers Is Dead es un juego dirigido y escrito por el controversial Suda 51 (Goichi Suda). ¿Controversial por qué? Este señor tiene en su haber juegos como Killer 7, Shadows of The Damned, No More Heroes y Lollipop Chainsaw.  Si bien son diferentes entre sí, al momento que pruebas cada uno de ellos sientes que encajan en el mismo rompecabezas “raro” y con mayúsculas.

La historia es quizás el punto que todos los fans del escritor buscan en sus juegos, en el caso de Killer Is Dead no podría ser más confusa y a la vez escasa. Entras en el papel de Mondo, un asesino a sueldo de la agencia Brian Execution que tiene toda la estética de un personaje sacado de un manga, delgado, con traje de etiqueta ajustadísimo y lentes que se reacomoda sin razón. Por alguna extraña razón, que incluso tras terminar el juego no pude comprender, pierde uno de sus brazos y lo reemplaza con uno robótico; además porta una katana con la que busca terminar cada uno de sus trabajos (¿Tal vez un guiño a Kill Bill?).

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El protagonista con su arma principal.

¿Y cuál es su trabajo? Asesinar a personajes bizarrísimos como lo pueden ser una araña vestida con motivos de Alicia del país de las maravillas, locomotoras poseídas, un yakuza que tiene el tatuaje de un tigre que cobra vida y personas tan raras que se nota de que mente provienen. Mondo cuenta con una compañera, Mika, la clásica colegiala con pocas neuronas que únicamente está ahí para darle fan service al jugador; juntos se embarcan en una serie de capítulos que parecería no tienen conexión entre sí y que a la fecha sigo pensando no la tienen, simulando una serie de televisión.

La verdad es que la historia deja mucho que desear, no se hace una introducción como tal de  los personajes y a medida que avanzas no puedes si no perder el interés. Sin embargo, como todo juego de Suda 51 de seguro habrá quien la aprecie.

El juego se divide en diversos episodios, cada uno de estructura y duración variable. Casi siempre iniciarás con una cinemática (cabe aclarar que algunas de ellas son bastante largas) para posteriormente pasar a la acción; se trata de un juego de acción aventura – hack and slash (similar a Devil May Cry o Bayonetta), en el que la mayor parte del tiempo te encontraras combatiendo pero también resolviendo acertijos bastante sencillos.

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El combate es lento pero con mucho estilo.

Tienes un botón de ataque principal, uno para esquivar, otro para derribar la defensa del enemigo y el último que sirve a modo de arma de fuego, tratándose de tu brazo que puede cambiar de forma. Sobra decir que el botón que más presionaras será el de ataque principal, dado con tu katana y que termina por hacer casi inútiles el resto de ellos.

El problema fundamental del sistema de combate es su velocidad, muy lento y no es hasta casi medio segundo después que Mondo ejecuta la acción que oprimiste. Por lo mismo el esquivar ataques en un inicio resulta casi inútil, ya que es muy difícil calcular el momento correcto para hacerlo. No puedes hacer lock-on en un enemigo, sino que atacas al que se encuentre más cercano a ti; este es otro de los grandes problemas, pues muchas veces no golpeas al enemigo que tenías planeado y esto termina por producir un poco de frustración en el jugador. Si agregamos que muy difícilmente podrás romper las barreras de un contrincante con el botón especial para hacerlo y que tus armas de fuego no son tan efectivas como la katana, terminas por obviar la mayoría de las opciones que se te dan.

Al finalizar cada escena se encuentra un jefe final, muchos de ellos no tienen una mecánica como tal con cual vencerlos y generan un estado de “stunt” o mareo en el protagonista. Los diseños de cada uno son interesantes pero es lamentable que en ejecución no se pudo hacer que brillaran por si mismos o que quisieras repetir las batallas como sucede en otros juegos de este tipo.

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Jefes bastante llamativos.

Cada vez que derrotas a uno de los enemigos menores, recibes objetos como rosas, diamantes y dinero que puedes utilizar en la tienda interna del título para comprar nuevos ataques de la katana, hacer que tu brazo sea más fuerte e incluso una técnica que permite cambiar energía para habilidades por salud.

La duración del modo historia es de aproximadamente 5 a 6 horas, cosa que vale la pena tener en cuenta al momento que decidas hacer tu compra pues el precio de lanzamiento es el de un juego nuevo. Cuenta además con modos especiales en los que debes encontrar a una enfermera por el escenario y hasta un modo gigoló, pero no terminan por salvar a un juego que en esencia es deficiente.

En la interfaz, los menús son demasiado simples, los tiempos de carga son muy frecuentes, incluso después de los vídeos y antes de la pelea contra los jefes, terminando por romper el ritmo de un juego que se antojaría fuera rápido.

El trabajo de voz, para sorpresa de muchos, es mucho mejor en versión occidental. Se cuenta con la opción del japonés  pero podría llegar a aturdir tus oídos debido a que el guion sigue muchos estereotipos de la animación japonesa, como el hombre rudo de voz grave y la estudiante con voz tan aguda que termina por hacerte silenciar el televisor. Lo contrario ocurre con la actuación en inglés, más acorde a cada papel y también porque le sincronización de labios extrañamente está basada en este lenguaje.

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Cuando no hay muchos personajes en acción el juego puede ser hermoso.

La música corre a cargo de Akira Yamaoka, pero lo cierto es que no parecería así; es completamente olvidable y no parecería que se trata del mismo compositor de la serie Silent Hill .

El título cuenta con un Cel Shading muy marcado que recuerda a los tiempos de Killer 7 pero también a los pincelazos de Okami. De hecho se puede mencionar una escena en la que peleas con yakuzas donde atraviesas un camino rodeado por bambús y agua, que difícilmente puedes evitar detenerte a contemplar. Sin embargo todo se ve opacado por ralentizaciones constantes y screen tearing.

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Hay escenas que se sienten fuera de lugar, sello de Suda 51.

Killer Is Dead es un juego que tiene muchas deficiencias y pocas virtudes; sobre todo llama la atención la falta de refinamiento a los diferentes aspectos. Aun así el apartado gráfico no podría por sí solo con la carga de una historia confusa y tal vez sin sentido, además de mecánicas de juego cuestionables.

Si eres fan de Suda 51 es  recomendable que lo pruebes pues de seguro encontrarás algo que te gustará. De no ser así, dudo que sea de tu agrado.

Calificación: 6.0