En los últimos años hemos visto un gran debate entre la forma en que se han nominado y elegido actores, directores y producciones para el evento más importante del cine de Hollywood, la entrega de los Academy Awards. Estos últimos años el debate se ha corrido en varias vertientes, si las grandes y costosas superproducciones merecen los premios o las cintas independientes, menos costosas, menos vistosas pero más coherentes con el mundo en que vivimos. Si los actores tienen que ser forzosamente blancos o hay que darle importancia a las minorías raciales; si el director premiado tiene que ser de Estados Unidos a fuerzas o no…

Y en este debate, podemos afirmar que un pequeño detalle no se ha tomado mucho en cuenta, ¿es necesario que el nominado a Mejor Actor tenga que ser un adulto? ¿es obligatorio que tengan años de preparación o creerán que la actuación de un niño de nueve años no tiene los suficientes fundamentos para pelear un premio de la Academia? Y, aunque se han dado nominaciones a tan temprana edad (Jackie Cooper o Quvenzhané Wallis en el caso mas reciente) mi debate se cierne sobre Jacob Tremblay.

Tremblay, quien debutó a los seis años en la secuela de Los Pitufos, protagoniza la cinta Habitación, dirigida por el irlandés Lenny Abrahamson y comparte créditos con Brie Larson (¿se acuerdan de la ex-novia rockera de Scott Pilgrim?, ahora va por un Óscar), Joan Allen (The Contender), Sean Bridgers (Sweet Home Alabama) y William H. Macy (Fargo).

brie-larson-room-01-600x350
Jacob Tremblay y Brie Larson protagonizan Room.

En Habitación, conocemos a Jack, un niño que acaba de cumplir cinco años. Todo parece pintar perfecto para él y su madre Joy, ella trata de que conozca el mundo de todas las maneras posibles y se encarga de mantenerlo sano y feliz. Pero hay un detalle, Jack nació y creció en un cobertizo donde esta encerrado con su madre, pues ella fue secuestrada por un hombre al que conoceremos como el Viejo Nick, quien secuestró a Joy siete años antes. Joy ha decidido por fin escapar y darle a Jack la oportunidad de conocer el mundo exterior, pero, ¿podrán ambos escapar de su encierro? y la segunda y obligada pregunta, ¿si lograran escapar, podrán superar las consecuencias de dicho encierro?

Basado en la novela Room y con el guión adaptado por la propia escritora del libro, Emma Donoghue, vemos como Lenny Abrahamson dirige una película que podemos dividir en dos partes y es un duro desafío para el director y los actores pues nos damos cuenta que una vez que pasa el evento trascendente del filme, la segunda parte da un giro de tuerca muy doloroso para los dos protagonistas, con escenas que requieren de una visión muy distinta a lo visto en la primera parte.

Es ver a una Brie Larson que logra hacer de Joy un personaje que se va transformando a lo largo del filme. Larson logra una actuación determinante de una madre que debe mantenerse fuerte por su hijo, pero cuando la motivación termina (segunda parte) es cuando Larson logra desnudar a una mujer arrasada física y espiritualmente. Larson no tiene problemas en mostrar esos intercambios emocionales que la Academia tanto premia y logra una excelente química con Jacob Tremblay para generar las mejores escenas de la película. Larson merece su nominación al Óscar y me parece que ella se llevará la estatuilla el 28 de febrero.

external
Un cambio se avecina en la vida de Jacob… ¿estará listo para enfrentarlo?

Pero, ¿qué puedo decir de Jacob Tremblay? Desde el momento en que comienza la película, esta claro que todo el peso estará sobre el actor de, en ese momento, casi ocho años. Jacob lleva la narrativa de la historia, incluso nos comparte su forma de pensar y en algunos momentos llega a opacar a Brie Larson. Su actuación luce muy natural, sin caer en la sobreactuación y podemos ver en Jack a un niño que, en otro escenario, sería lo normal, un niño con sus puntos buenos y malos, con los berrinches y caprichos propios de la edad, pero el mejor momento es cuando se da esa transición entre las dos partes de la historia, observar esa transformación física y mental de un niño que solo sabía de un entorno y se encuentra con uno más grande, desde el momento de conocer la verdad hasta el momento de enfrentarla. En pocas palabras, Tremblay dominó los problemas de su personaje y supo encarnar a un personaje bastante desafiante para su edad.

Está claro que Tremblay funciona también por un gran trabajo en el guión. La película no solo nos cuenta dos historias distintas unidas por una excelente transición sino que sabe contarla perfectamente a todo el público, especialmente porque lo hace desde la perspectiva de Jack, lo que nos permite no solo hacer más fácil de entender la cinta, sino que también explora su forma de pensar, una ideología que fue creada por su propia madre para poderle ayudar a entender su encierro y que tendrá una dura confrontación con el mundo real. Aunque la cinta se orienta a un público mayor, está muy claro que su historia la podría entender hasta un niño de ocho años. Una historia que debe estar ganando el Premio de Guión Adaptado este año.

Y cuando tienes un buen guión y notas las excelentes actuaciones de Larson y Tremblay, el director tiene entonces mucho mérito en el trabajo, Lenny Abrahamson sabe empatar muy bien las dos actuaciones y el guión con una narrativa que va de menos a más. Es cierto, el inicio puede sentirse un tanto flojo, pero conforme avanzan los eventos logra aterrizarnos en el entorno cerrado de la historia, algo que se remata con el trabajo en la cámara de Danny Cohen que ayuda a sobrellevar el encierro de la primera parte aunado a un sencillo diseño de producción, especialmente en la primera parte del filme. La segunda parte, más abierta, nos ayuda a mantenernos firmes con la trama, en un mundo abierto y una pequeña mente cerrada que resiste a abrirse.

ROOM-672x372
Dicen que no te darán el Óscar porque solo perderás el cabello en la película.

Quizá el mayor problema para poder considerar a esta película mejor que otras en la competencia al Óscar son algunos detalles que se le pueden ir de la mano a los espectadores, especialmente al tratar de entender los motivos del Viejo Nick, un personaje que es rápidamente desechado una vez cumple su tarea. Aunque es interesante ver el resto del reparto logrando ayudar a aterrizar a Jacob en su nuevo mundo. Actuaciones que cumplen con el trabajo, pero nada más, salvo una excelente escena de William H. Macy que resalta la forma de trabajar de Brie Larson. 

Terminando el debate que comencé al inicio de la reseña, debemos afirmar que la mayor polémica este año en la selección de actores al Óscar no fue el hecho de no nominar actores de las diversas minorías raciales, sino pasar por alto la actuación de un niño de ocho años quien dio la mejor actuación de su carrera en una cinta independiente, de alguien que pudo poner a temblar a un DiCaprio, a un Redmayne, a un Fassbender o incluso a cualquier actor de la categoría de Actor de Reparto si se le hubiera tomado en cuenta. Lo triste del asunto es que las estrellas infantiles son rápidamente devoradas por la industria y el tiempo y realmente muy pocos logran trascender cuando crecen y logran alzarse con un Óscar ya adultos (Christian Bale es el único que la ha librado de ese triste filtro).

En todo caso, Habitación tiene excelentes actuaciones que hacen meritoria la visita al cine y ver como dos Óscares están más que seguros en esta producción que les dará mucho de qué platicar a la salida del cine.

[marstheme_review post_id=»110621″]