Para estas fechas en las que ya esta cerca la Semana Santa, no es raro que empecemos a ver películas con contenido cristiano. De hecho, cuatro películas se estrenarán en las próximas semanas sobre el tema y ya llegó la primera de ellas: El Mesías. Cuenta la vida de Jesús en su infancia, de acuerdo a la novela El Mesías: El Niño Judío, escrita por Anne Rice. Si, la escritora que hizo muy popular los relatos de cierto vampiro llamado Lestat, pero que decidió escribir este relato al convertirse al cristianismo a finales de la década de los noventa e investigar mucho sobre diversos autores que escribieron sobre la infancia de Jesús.
La adaptación fílmica de esta novela es dirigida por Cyrus Nowrasteh (The Stoning of Sorayah M.) y cuenta con las actuaciones del debutante Adam Greaves-Neal, Sean Bean, Isabelle Adriani, Vincent Walsh y Agni Scott.
Tras varios años de exilio en Egipto, Jesús y su familia regresan a Nazareth, mas un incidente milagroso en Alejandría atrae la atención del rey Herodes Antipas que decide mandar a un centurión romano llamado Severus para que lo elimine, pues su poder divino puede amenazar su propio poder, mientras tanto el propio Jesús busca responder sus propias dudas sobre su vida.
El guión, que obviamente toma algunas libertades creativas contra lo escrito en la Biblia (el hecho de que Jesús regresa a los siete años a Nazareth cuando en el Evangelio lo hizo antes o el viaje a Jerusalén que ocurre mucho antes que en los propios evangelios), además de tomar otros detalles que seguro hemos visto en otras cintas sobre el tema, como el Herodes Antipas libertino, exageradamente afeminado y supersticioso que vimos en Jesucristo Superestrella o La Pasión o un Diablo que se representa como un maquillado y retocado hombre judío vestido con ropas oscuras.
Como cinta cristiana que es, la historia va a tener muchas citas bíblicas y situaciones milagrosas que, mas que favorecer a la Sagrada Familia, los pondrá aún mas evidencia. Situaciones de conversión, personajes con pasados oscuros buscando redención y referencias a eventos pasados como la visita de los Reyes Magos o la Matanza de Belén. Es un trabajo bastante aceptable para una cinta que se recarga poco en la Biblia y si en los detalles fantásticos que Rice le agregó en nombre del entretenimiento.
Las actuaciones, pues, están en el promedio, destacando quizá un Sean Bean que -spoiler- no se muere, interpretando a un centurión romano que debe buscar a Jesús y matarlo, aún cuando tiene varios pecados pasados a cuestas. De ahí tenemos un elenco de desconocidos donde los actores que más resaltan son Vincent Walsh y Agni Scott que interpretan a los padres de Jesús, siendo muy firme Walsh como un José que no sabe cómo responder a su pequeño hijo las dudas que ocultan terribles verdades y una firme Agni Scott que sabe llevar bien las emociones y sufrimientos que se representan en María.
Del actor que interpreta a Jesús, Adam Greaves-Neal, está claro que supo colocarse bien en el papel sin caer en las exageraciones en las que muchos actores adultos han caído al interpretar a este personaje. El mayor acierto debió ser en el casting, pues el actor luce similar a las imágenes que se tienen del Niño Dios en los libros de religión.
Pero bajo el promedio están las acartonadas actuaciones de Jonathan Bailey como Herodes Antipas y Rory Keenan como el Diablo, personajes que, más que salir de las Escrituras, parecen sacados de un carnaval. Si bien es cierto, que la representación de Herodes como alguien con excesos y libertino es un tanto honesta, me parece que tiende a ser muy exagerada. La versión de Bailey y Keenan como el Diablo, aunque resalta en una buena escena, no llega a convencer en lo absoluto.
Se ve mucho esfuerzo en el trabajo fotográfico y en una banda sonora que sabe envolver bien esta historia cristiana, pero que no aporta mucho a los dramas de sandalia que hemos visto en abundancia.
Esta cinta sabe cumplir con el cometido de entretener y predicar un poco. Si tuvieron que llevar a la tía devota al cine, no saldrá nadie enojado -bueno, excepto aquellos que querían ver Kung Fu Panda 3-. Pero no es nada perdible. Seguro esta cinta circulará en algún canal de televisión abierta en un par de años, llenando la programación con la que las televisoras tratan de redimirse de programas diarios tan nocivos y que no pondrán en Semana Santa.
… y vendrán cosas peores. No lo dice la Biblia, lo dice la lista de estrenos de las próximas semanas…
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