Uno de los personajes más icónicos de las películas de ciencia ficción de la década de los ochenta fue Depredador, una especie extraterrestre que se destaca por cazar a los especímenes más poderosos del universo para presumir sus cráneos como trofeos. Su primera aparición, en 1987, fue tan exitosa que pronto tuvo 2 secuelas e incluso dos cintas donde cruzó caminos con el peligroso Xenomorfo en las cintas deAlien vs Predator.

En todo caso Shane Black, el director deIronMan 3, decidió darle una nueva oportunidad al personaje que, después de la primera cinta no había tenido una cinta tan intensa como la que protagonizó ArnoldSchwarzenneger en 1987 (donde Black tuvo participación como el soldado Rick Hawkins), y dirige una cinta que, se sitúa dentro del canon de las tres cintas anteriores y que tiene en su elenco a BoydHolbrook (Logan), TrevanteRhodes (Moonlight), Jacob Tremblay (Habitación), Olivia Munn (X-Men: Apocalipsis), Thomas Jane (ThePunisher) y Keegan-Michael Key (Tomorrowland) entre otros actores.

Una nave se estrella en la Tierra, todo parece indicar que un Depredador ha decidido invadir la Tierra, y es entonces que un francotirador, testigo de la llegada de esa nave y un grupo de soldados que tienen padecimientos mentales postraumáticos deberán unir fuerzas para evitar que el Depredador cause daño a la humanidad, sin embargo, una amenaza mayor se cierne no solo sobre la gente de la Tierra, sino sobre el Depredador mismo.

 

El Depredador llega con ganas de cazar y destazar terricolas.

Después de las secuelas que vimos de Depredador, parecía que solamente en videojuegos veríamos algo interesante del cazador espacial, y lo digo porque sus apariciones en Alien vs Predator, ese juego de las maquinitas de Capcom o sus apariciones en Mortal Kombat, me encantaron mucho, pero en el cine, nos había quedado mucho a deber.

Treinta años después de los eventos de la primera cinta y sacudiendo los errores «futuristas» de la segunda cinta, vemos como Black es capaz de poner una cinta en nuestro tiempo y manteniendo la continuidad de las dos cintas anteriores para darnos una historia que toma los elementos más importantes de las cintas anteriores, para alimentar más la mitología alrededor de los Predadores.

Ahí están las constantes referencias a la primera cinta, como la trampa del tronco caído, las poderosas armas del Depredador (que lucen más sangrientas que en la cinta de 1987) y la clásica imagen del Depredador sin su casco, feo y temible. Ahí también aparecen detalles relacionados con la segunda película como la actuación de JakeBusey interpretando al hijo del personaje de Gary Busey en la segunda cinta y de Depredadores, aparecen los perros de los Depredadores y hasta un poco de las costumbres de estos seres, que, ¿no son realmente cazadores deportivos?

 

Una científica, unos soldados con problemas mentales y un niño son la esperanza de la humanidad.

En todo caso, esta cinta nos hará notar, que, en favor de dicha continuidad, algunos personajes ya tienen conocimiento de los eventos ocurridos y esto hace que no se pierda secuencia en la narrativa de la historia, lo que hará que haya muchas referencias a las cintas anteriores (excepto, por supuesto, a las tonterías expuestas en las películas contra los Alien).

Una adición que se le puede agradecer es la comedia que decide agregar Black a la historia, en un grupo de soldados que tienen padecimientos mentales y que parece hacer la loca mezcla entre Depredador y Atrapado sin Salida, cada uno representando clichés comunes del estrés postraumático entre tendencias suicidas, apertura a la religión o una necesidad psicótica de agresión. Todo eso mezclado perfectamente entre los personajes para darnos una tropa sumamente accesible, ya no de machos con metralletas sino de locos con armas que tienen una química sumamente singular.

Esto ayuda a que el ritmo de la película decida irse por una cinta de acción más que por el tono de suspenso que se logró tan bien en la cinta de 1987, donde por fin dejan que los Predadores y sus mascotas se lancen felizmente a cazar y asesinar, a ver sangre y tripas por todos lados, a escuchar chistes subidos de tono y reír hasta darnos cuenta que son algo ofensivos, de darnos hasta el lujo de escuchar a Tremblay decir majaderías por primera vez en su carrera. Si, con todo y con que tenemos a un niño en el elenco, no es una cinta para niños con todo lo que acabo de mencionar.

 

 

El nuevo XBox se ve bien chido.

No es el fuerte de la película la actuación. Aquí estamos frente a una tropa de actores que realmente solo buscan que la audiencia se ría de sus chistes y no intentan imprimir seriedad alguna a la situación que enfrentan, quizá una Olivia Munn que muestra que tiene demasiadas habilidades para ser solo una científica y que no se dejará mangonear por una bola de locos (ni siquiera en la vida real donde obligó a la producción a borrar las escenas de un amigo del director que resultó ser un delincuente sexual), siendo aún más atrevida y valiente que cuando interpretó a Psylocke en X-Men: Apocalipsis.

Del resto del elenco hay algunos buenos momentos de los actores, no destaca mucho el personaje principal, interpretado por BoydHolbrook, quizá le faltaron algunas líneas bien dichas como las decía Arnold o quizá la falta de musculatura, hasta en algún punto terminas odiándolo un poco. De su pandilla de soldados, sorprende ver a TrevanteRhodessiendo el elemento carismático del grupo o ver a Augusto Aguilera y a Thomas Jane dando excelentes momentos cuando se trata de mostrar sus facetas de locura, vamos hasta Alfie Allen tiene dos o tres buenos momentos en la cinta. Tremblay cumple con su papel pero en ratos parece exagerar un poco cuando se trata de mostrarse con el autismo que su personaje dice tener.

 

El Depredador muestra que la franquicia todavía no es capaz de igualar lo logrado por la primera cinta de la franquicia.

De la fotografía y los efectos visuales, no lo podemos negar, vemos un trabajo sorprendente con la computadora, especialmente cuando aparece el segundo Predador y también cuando vemos las naves de los Predadores en batalla. Es generosa la cantidad de sangre y tripas que veremos durante la cinta e incrementan la intensidad de ver a los villanos en pantalla. El trabajo de arte sigue manteniendo los estándares de la franquicia y si la parte humana tiene tendencias de comedia, el ambiente del cazador sigue siendo lúgubre y temible.

La banda sonora también es una de las cosas más apreciables de la película y realmente ayuda a imprimir emoción en las escenas de acción y suspenso que tiene la película.

En todo caso El Depredador es una cinta que sabe darle secuencia a lo visto en las cintas anteriores y aunque todo indica que podríamos estar viendo más del cazador espacial en los próximos años, dependerá mucho de esta cinta para ver lo que el futuro nos pinta con este personaje. Si eres fan de la saga o buscas una buena cinta de acción y ciencia ficción, El Depredador es una buena opción para palomear este fin de semana.

 

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