¿Qué harías si solo tuvieras 30 días de vida? Esa misma pregunta es la que Ron Woodroof (Matthew McConaughey) deberá responder en El Club de los Desahuciados.
Esta cinta se sitúa en Estados Unidos, en el año de 1985. Nuestro protagonista vive una existencia despreocupada, donde las drogas y el sexo están a la orden del día, sin embargo, su vida da un giro radical cuando le diagnostican una enfermedad mortal, VIH. Obviamente él no aceptará al principio esta sentencia de muerte, con el tiempo comienza a resignarse y decide hacer algunas investigaciones sobre la enfermedad. Todo lo lleva a hacer un doloroso descubrimiento, la falta de tratamientos y medicamentos que ayudan contrarrestar la enfermedad no están aprobados en Estados Unidos. Esto lleva a Ron a cruzar la frontera hacia México en busca de medicamentos para salvar su vida.
En su camino, Ron encuentra un improbable aliado en un paciente de SIDA llamado Rayon (Jared Leto), un transexual que comparte las ansias de vivir de Ron, y claro, también su espíritu empresarial. Así, ambos terminan buscando evitar sanciones gubernamentales contra su venta de medicamentos y suplementos no aprobados. En la búsqueda por aumentar sus ganancias nace un “club de compradores” en donde las personas con VIH positivo pagan una cuota mensual para acceder a los suministros que Ron se dedica a importar. Con una comunidad creciente de amigos y clientes, Ron termina luchando por la dignidad, la educación y la aceptación. Una historia basada en hechos reales que muestra como este “anti-héroe” que buscaba de salvar su propia vida y, por supuesto, hacer un muy buen negocio, termina ayudando a muchas personas que padecían su misma enfermedad.
Me gustó mucho cómo tocaron temas tan sensibles como el VIH y la homosexualidad, temas taboo aún hoy en día, también el que te permitan ver el lado humano de la gente que sufre de todo tipo de discriminación, no sólo por su preferencia sexual sino también por su enfermedad. Aunque tiene sus momentos cómicos, no cae en lo vulgar, al contrario, se puede ver el proceso que sufre una persona que padece de VIH. Como poco a poco, deben resignarse a una sola cosa: su inminente deceso.
Las actuaciones son muy buenas, te transmiten el dolor, el miedo y el sufrimiento que puede experimentar una persona con una enfermedad terminal, sobre todo la actuación de Jared Leto (Rayon) que nos muestra como una persona homosexual sufre de fuertes discriminaciones incluso por su propia familia.
Una cinta que te mantendrá atento por los dilemas morales que plantea. En ningún momento sientes que ya han hablado demasiado o que ciertas cosas no vienen al caso. Ese es un punto a resaltar, el cómo se manejaron estas situaciones tan delicadas, mostrándote el proceso por el cual los protagonistas se van demacrando poco a poco debido a la enfermedad.
La película tiene una duración de 1 hora 57 minutos. Altamente recomendable si buscan salir un poco de la rutina, les prometo que no se arrepentirán.
Si aún no se deciden, les dejo el tráiler en la parte de abajo. Un saludo y nos seguimos leyendo.
[box type=»info»] Agradecemos a Universal Pictures México las atenciones y facilidades para la realización de esta reseña[/box]
