En el ahora ya lejano 2008 THQ lanzó un título en exclusiva para el Wii, titulado De Blob. Los usuarios de las demás plataformas no tuvieron la fortuna de disfrutar el título, sin embargo si de su secuela, por lo que disfrutarla era un poco una experiencia incompleta, ya que no tienes las bases o el origen real del título. Tuvieron que pasar casi 10 años para tener esta versión para consolas de nueva generación.

El antecesor espiritual de Splatoon, trata de una pequeña orbe de pintura, que intentará rescatar a su ciudad que cayó a manos de una malvada organización llamada INKT, que succionó todo el color del pueblo, edificio y escenarios dejándolo en colores monocromáticos, pero como todo en la vida, es más bello verlo de colores.

Visualmente De Blob tiene dos puntos a destacar, el uso del color en todo el escenario es increíble, ver la pintura en todos lados y cómo reacciona a tus movimientos, sin embargo, los cutscenes se ven demasiado mal, se ve que no hubo ningún trabajo en mejorarlo y simplemente se ve estirado o escalado del original 480p que ofrecía en su momento el Wii, viéndose borroso y poco nítido, el juego no debe ser considerado como remasterización, sino un relanzamiento.

Las mecánicas se centran en nuestro protagonista y su habilidad de absorber los colores, para ello deberá eliminar ciertos robots que tienen los colores básicos en un pequeño tanque, al eliminarlos obtendremos una cierta cantidad  del color absorbido, con ello podrás pintar todo a tu paso, sea arboles, edificios, bardas, caminos y un gran etcétera, cada vez que colorees algo se irán decrementando esas unidades, por lo que si deseas más, busca mas enemigos. Si bien se cuenta en un inicio con los colores básicos (Cian, Magenta y amarillo), el combinar e ir derrotando enemigos en cierto orden nos dará colores distintos, como café, morado, rosa, naranja etc.

En un escenario, tendrás la libertad de pintar todo como lo desees, puedes ser tan meticuloso con los colores o todo al aventón, el límite es la creatividad, pero eso no quita que hay misiones que realizar, como pintar una cuadra de un cierto color, hacer combinaciones o recolectar mucha pintura, asimismo podrás encontrar objetos escondidos como coleccionables, todo esto no será tan libre ya que hay un contador de tiempo, que es bastante amplio para andar en el ocio. Para pasar a determinados segmentos del escenario, tendrás que juntar ciertas acciones o cantidad de zonas pintadas.

En el apartado sonoro, a nivel de sonidos no destaca, ya que los personajes solo harán sonidos raros, así que no hay un trabajo pulido de voces, en caso contrario, la selección de canciones es variado y para todos los gustos, tocando melodías alegres, funk, punk y demás, estas se irán desbloqueando conforme vayas progresando en el juego. Las melodías irán modificándose conforme vayas pintando, por lo que empezarás con unos simples beats, pero después tendrás la melodía completa.

La duración aproximada de cada escenario es de una hora, por lo que el juego te ofrecerá mínimo 9 horas de diversión, expandiéndose si deseas desbloquear todo lo posible y el replay value de modos de juegos como el de juego libre y el modo jugador que se enfoca en una aventura local.

Uno de los grandes problemas de De Blob esta en el factor de monótono, al principio, se te podrá ser llamativo los primeros mundos, pero las mecánicas no varían ni el tipo de misiones, por lo que se siente repetitivo, y más si deseas terminarlo al 100%. Las misiones donde tienes que pintar un edificio en particular son tediosas, ya que se basarán simplemente en apretar un botón muchas veces, convirtiéndose en un simple button smash.

La física del juego tiene problemas, ya que en niveles avanzados, para pasar ciertas partes necesitarás caminar sobre los edificios y saltar con rebote o muy precisos, y los controles no funcionan del todo correctamente, y a eso hay que añadirle que el control de la cámara no es bueno, por lo que edificios te pueden tapar o que no tengas las perspectiva idónea de los objetos.

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