En 1985 se lanzó Super Mario Bros., un juego lineal en el que tomamos el control de un fontanero que podía realizar acciones simples como el ir hacia adelante, atrás y saltar. Tras el éxito de este título, a lo largo de la historia de los videojuegos, hemos visto cómo el título de Nintendo lanzado hace más de 30 años, se volvió la inspiración para desarrollar juegos con controles sencillos y una complejidad bastante interesante.

Entornos coloridos, personajes con diseño extravagante, música aterrizada a sus escenarios y un desafío en potencia para los jugadores, en especial para los amantes de juegos de plataforma y aquellos presumidos de tener una coordinación excepcional es lo que presenta, Joggernauts, un juego desarrollado por Space Mace y distribuido por Graffiti Games.

Este juego nos presenta al equipo campeón del Urano Invitational, Joggernauts, un grupo de diversas especies de alienes, quienes festejaban su triunfo hasta que un integrante derramó su bebida en los controles, desatando una explosión en el motor que provocaría la huida de integrantes del equipo, un agujero enorme en el techo de la nave y como cereza en el pastel, la destrucción y extravió de los trofeos del entrenador del equipo, el robot C.O.A.C.H.

Ante este panorama, el resto del equipo tiene la misión de reparar su nave, encontrar a sus compañeros que saltaron al espacio en cápsulas de escape y recuperar los valiosos trofeos de C.O.A.C.H.

Si bien no tenemos la historia más profunda y elaborada del mundo, nos otorga una buena justificación para viajar a planetas con una colorida y un tanto extraña flora y fauna. En estos mundos, tomaremos el control de dos personajes de distinto color el cual se abrirá paso ante obstáculos de su gama cromática.

Con solamente tres botones el jugador podrá hacer saltar a los integrantes de Joggernauts y cambiarlos de posición según la situación lo requiera, sin embargo, a pesar de tener mandos relativamente sencillos, conforme avanzan los escenarios, la coordinación es parte fundamental para asegurar el éxito en los niveles.

En cuestión de dificultad y agradables horas de juego, hemos encontrado títulos como Bit. Trip. Runner, Super Meat Boy y Fez, los cuales nos han provocado buenos momentos a precios accesibles, pero también existen aquellas experiencias desafiantes, desagradables y gratuitas como I Wanna Be the Guy, Cat Mario y Unfair Mario.

Tomando estos factores en cuenta, la experiencia para un solo jugador de Joggernauts es una combinación con lo mejor y peor de los dos mundos, en especial, si nos aventuramos con el teclado de nuestra PC ya que una tecla en falso nos puede costar nuestras vidas y regresarnos al principio del nivel. Comparando esta experiencia con una de mando (en mi caso de Xbox), los colores de los botones son una herramienta bastante útil para sincronizar con nuestros personajes.

Por otro lado, en la experiencia multijugador, las tareas se reducen a dos botones, el cambio de jugador y saltar. Aquí, el trabajo en equipo y la comunicación es crucial, ya que podrás ponerte al frente del equipo, más no podrás regresar, eso ya depende de tu compañero.

Algo bastante agradable pero frustrante es el aprendizaje a lo largo del juego a través del fenómeno “prueba y error”, ya que si nos encontramos con un obstáculo complejo dependerá de nosotros mismos identificar qué hacemos mal, claro que si nos cansamos, tenemos una opción para bajar la velocidad del juego y finalmente pasar el nivel.

Joggernauts no es un juego fácil y requiere encontrar su chiste para pasarlo, ya que los obstáculos cambian de acuerdo al nivel en el que estamos, sin embargo, hoy en día existen pocos juegos que nos hacen sentir frustrados al estancarnos y aliviados al derrotarlo, quizá en compañía de Cuphead y otros juegos de su género, podríamos estar frente a un integrante más de una familia en desarrollo de juegos de plataforma.

[marstheme_review post_id=»153248″]