Nadie debe dudar que una de las máximas figuras del cine mexicano fue Mario Moreno «Cantinflas», un actor que tuvo una trayectoria formidable en el cine que comenzó a finales de la década de los treinta y que terminó en 1981. Una carrera que generó un personaje que si bien tenía una manera peculiar de hablar y de ser, termino entrando profundamente en el corazón de las audiencias latinoamericanas.
Tardó mucho el cine en hacerle un homenaje a su vida. 21 años después de su lamentable fallecimiento nos llega Cantinflas, dirigida por Sebastián del Amo, a quien conocimos por el filme El Fantástico Mundo de Juan Orol y que cuenta con la actuación del español Òscar Jaenada como el legendario comediante mexicano, además de un gran elenco que comprende actores conocidos comercialmente como Luis Gerardo Méndez, Bárbara Mori, Adal Ramones, Joaquín Cosío e Ilse Salas.
La cinta nos cuenta cómo un productor norteamericano llamado Mike Todd busca hacer una película que realmente sacuda a Hollywood. Pronto decide meter como cameo al famoso actor mexicano, sin saber, en el fondo, que Cantinflas no es un simple actor mexicano. Mientras tanto, a través de flashbacks, conocemos la vida del talentoso actor mexicano desde la primera vez que ingresa a una carpa, el descubrimiento de su talento cómico basado en la improvisación y su crecimiento como artista que le permite salir de las carpas y de ahi llegar al teatro y al cine.
La pregunta del morbo radica en saber si el catalán Jaenada estropeó la leyenda; puedo afirmar que no fue así. El actor da una gran actuación cuando se trata de representar a Cantinflas, aunque le falla un poco al interpretar a Mario Moreno, y no es el problema que Jaenada no sepa en algún momento distinguir a uno del otro, sino que el director jamás logra aterrizar ese detalle, no sabe delimitar el punto donde Mario Moreno deja de ser Cantinflas y viceversa. En todo caso Jaenada es un firme candidato al Ariel al saber representar perfectamente al actor sin tener ni siquiera la necesidad de que le doblen la voz.
El resto del cuerpo actoral, sin embargo, es endeble; pero se justifica por la falta de intención en las partes de la historia donde Cantinflas no aparece y hacen de la trama un tanto lenta cuando se trata de negociar con el legendario actor. Michael Imperioli como Mike Todd apenas cumple, mientras Luis Gerardo Méndez, quien interpreta a Estanislao Schilinsky, e Ilse Salas, quien aparece como Valentina Ivanova, hacen bien su trabajo, pero no creo que trascienda lo suficiente para que compitan por Arieles. Insisto, el resto de los actores que junta a múltiples personalidades del cine actual interpretando a leyendas del cine mexicano, termina convirtiéndose en un vistoso pero vacío adorno que sólo nos hace pensar que sí, Barbara Mori luce mejor que Lindsey Lohan como Elizabeth Taylor, pero no pasa de unas líneas y una linda sonrisa. Estuvo mejor, sin duda, la presencia de un comediante que por la fuerza que implica su acción en la cinta no mencionaré.
En cuanto a la trama, la historia luce débil, sabemos que es difícil pensar que una biopic sea más fuerte cuando muchos tuvimos la oportunidad de seguir, por lo menos en muchos reportajes, la vida de Cantinflas, pero la cinta toma muy a la ligera la historia de Mario Moreno y apenas reluce lo que llamaría su lado oscuro. Los momentos difíciles de la historia son bastante breves y de hecho la resolución de la cinta es bastante precipitada, como si le hubieran avisado al director que ya no había mas tiempo y termina golpeando hasta a la continuidad misma del filme.
La producción en sí es fastuosa, las tomas de cámara son hermosas y de pronto le dan un toque muy moderno a la representación de escenas de cintas clásicas como Ahí Está el Detalle, Un Día con el Diablo o El Bolero de Raquel (esta última invita al espectador a quedarse unos minutos más para ver los créditos), la dirección de arte y el vestuario son firmes candidatas a Arieles y la música es buena, aunque tan solo el tema que toca Enrique Bunbury parece trascender en una escena de la cinta.
Cantinflas es una cinta que los fans del actor, que no sientan exigencia por ver una gran cinta, admirarán. Es una cinta bastante buena para pasar un rato en el fin de semana, pero esto no significa para mí que sea competidora para los Academy Awards donde va a representar a México. De hecho, comparada con otras cintas que han intentado llegar a las nominada como El Crimen del Padre Amaro o Heli, es una de las cintas más débiles que México ha mandado a tan importante competición.
Calificación: 7