Debo comenzar diciendo que no fui fan de la decisión de Ubisoft de convertir a la franquicia en un RPG, y menos con lo que crearon en Assassin’s Creed Origins, que si bien no un mal título, tiene muchas áreas sobre las cuales mejorar.

A pesar de esto, la llegada de un nuevo Assassin’s Creed me intrigaba por la forma en que la franquicia está evolucionando, además de que lo poco que pudimos jugar en E3 me dejó con ganas de más.

Desarrollado por Ubisoft Quebec, Assassin’s Creed Odyssey presenta la historia de Alexios y Kassandra, unos hermanos espartanos cuyo destino fue sellado por el Oráculo de Delfos. Los años pasaron y Grecia y Esparta se encuentran ahora en la famosa Guerra del Peloponeso, presentándole la oportunidad a los jugadores de apoyar a cualquier bando, ya sea porque quieres ver cómo se desarrolla la historia o simplemente porque paguen mejor.

Pero como todas las historias griegas, nuestros héroes deben ser descendentes de una figura casi divina, y que mejor pariente para un par de espartanos que el legendario Leónidas. Con la sangre de Leónidas corriendo por tus venas, y su mítica lanza en tus manos, deberás descubrir los misterios que la Antigua Grecia tienen para ti.

Como todo RPG, la historia de Assassin’s Creed Odyssey comienza un tanto lenta pero bastante emotiva, y he de decir que por primera vez desde hace varios títulos presentan a un protagonista interesante y con una personalidad polifacética, pero el trabajo detrás de los diálogos y la creación de la historia es lo que realmente destaca ya que permite que los jugadores vivan su propia historia.

Esta gran versatilidad de la historia es el punto principal que logra consolidar a Assassin’s Creed Odyssey como algo fresco en la franquicia y marcar el nuevo camino de la serie. Aun así, podríamos hacer un ligero recordatorio de que calidad es mejor que cantidad, probablemente no necesitemos más de 30 horas de diálogos en un título, pero se agradece.

Lamentablemente, Ubisoft rápidamente demuestra que aún no logra separarse de la misma fórmula que ha manejado desde el comienzo de la franquicia, donde la historia y problemática se basa en la existencia de una secta secreta, pero esta vez remontándonos un poco más a los primeros títulos de la franquicia.

Realmente lo único que si podría necesitar una mejora en el título es la lentitud con la que avanza la historia, pero esto es inherente al género.

Sobre las gráficas, Assassin’s Creed Odyssey llega a sentirse muchas veces como su predecesor, y es que hay que recordar que Assassin’s Creed Origins también se desarrolló en parte de la cultura romana y griega, por lo que tienen ciertos parecidos en cuanto a escenarios. Al tener un año de diferencia sobre su predecesor, la calidad de imagen no cambió lo suficiente como para hacer hincapié en esto.

Lo que si tenemos que destacar dentro de este aspecto es la creación del mundo y cada detalle que Ubisoft creó para que el jugador sienta todo el ambiente griego, y esto lo logra principalmente con todas las piezas de equipamiento que hay, algo parecido a lo que lograron con Assassin’s Creed Origins.

En la música, Ubisoft Quebec logró superarse y entregar una gran variedad de pistas de la mano de Mike Georgiades. Capturando completamente la esencia del mediterráneo, Assassin’s Creed Odyssey transporta a los jugadores a la Antigua Grecia con una serie de instrumentos de cuerda y tambores, algo similar a lo que lograron con Assassin’s Creed IV: Black Flag al crear un ambiente perfecto para el mar y la piratería.

Pero lo más importante, y que lograron mejorar sobre la entrega pasada, es el modo de juego y la exploración que ofrece. Primero el combate, donde la principal diferencia es la ausencia de escudos como parte de tu equipo, creando un combate más fluido y ágil que obliga al jugador a aprender a desviar ataques y esquivarlos en lugar de simplemente bloquearlos, pero a su vez da lugar a una pequeña disonancia al presentar a un espartano sin escudo.

Los demás movimientos y armas del combate se mantienen relativamente cercanos a lo que Assassin’s Creed Origins presentó. Pero para diferenciarse de su antecesor, y aprovechar el linaje heroico de nuestros personajes, Assassin’s Creed Odyssey presenta al jugador nuevas habilidades, desde la clásica patada espartana hasta una lluvia de flechas, ofreciendo variedad para cada tipo de juego, ya sea que prefieras tomar el camino del asesino y ser silencioso o entrar pateando puertas como un guerrero.

Estas habilidades ofrecen una mejor base para el aspecto RPG y árbol de habilidades del título y principalmente algo más sencillo y útil que lo que Assassin’s Creed Origins ofrecía. Con tan solo tres ramas en las cuales invertir tus puntos de mejora, el progreso en Assassin’s Creed Odyssey está orientado hacia el uso de habilidades y su efectividad en combate.

El regreso de las batallas navales y la navegación por barco expande la jugabilidad presente, pero en esta ocasión Ubisoft opta por simplificar las mecánicas, principalmente por el espacio disponible, y agregar una pequeña opción de abordar el barco enemigo tras vencerlo. Donde si expande las mecánicas es en el aspecto RPG, ofreciéndote personalización en tu tripulación para obtener diferentes mejoras en tu barco. Podemos tomar esto como una pequeña probada de lo que vendrá en Skull & Bones.

Nuevo a la serie llegan dos mecánicas, la primera es el modo exploración, una nueva forma de jugar Assassin’s Creed en la cual el juego invita al jugador a buscar sus objetivos en lugar de decirle exactamente dónde está cuando obtiene la misión. A partir de conversaciones con los jugadores, obtendrás una aproximación de lugar al que tienes que visitar, y una vez que estés ahí podrás utilizar a tu águila para encontrar el objetivo. A pesar de que es extremadamente fácil encontrar tus objetivos con las indicaciones que te dan, es una buena mecánica para impulsar la exploración de los jugadores en lugar de que se dediquen simplemente a completar las misiones.

La segunda adición es una mecánica parecida a la que encontramos en Shadow of Mordor con los capitanes y demás enemigos importantes, solo que en esta ocasión son llamados Mercenarios. Estos mercenarios serán contratados para perseguirte cada que realices acciones como matar a soldados, robar y demás, y conforme más hagas enfadar a una población más mercenarios tendrás tras de ti. A pesar de que es una adición interesante, Ubisoft comete el mismo error que cometió Monolith Productions con esta mecánica, ya que estos enemigos rápidamente aparecen de la nada cuando estás en mitad de una misión, adivinando tu posición de forma milagrosa, y complican en exceso todo, además de que la mayoría de las veces se juntarán más de dos para pelear contigo, dando lugar a peleas injustas y extremadamente difíciles de sobrevivir, cosa que pasaba frecuentemente en Shadow of War.

Fuera de esto, Assassin’s Creed Odyssey logra consolidar el camino de la franquicia en el género del RPG y mejorar sobre lo que Assassin’s Creed Origins construyó. Destacando en todos los aspectos, este título rápidamente se convertirá en uno de los favoritos de los fans y en uno que los amantes de los videojuegos deberán jugar sí o sí en esta temporada de estrenos.

A resumidas cuentas, los fanáticos de la franquicia podrán comparar el trabajo que realizó Ubisoft Quebec en esta entrega con lo que Assassin’s Creed: Brotherhood logró al mejorar sobre lo que Assassin’s Creed II construyó, con esto no queda más que esperar cual será el siguiente paso de Ubisoft para la franquicia después de superarse de esta manera.

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