En un año donde actualmente las cintas de superhéroes han mostrado su valía y Marvel Studios prácticamente ha logrado más de 3 mil millones de dólares con cintas sólidas como Black Panther y Avengers: Infinity War, mientras Pixar conquista con Los Increíbles II y 20th Century Fox con Deadpool 2, no era raro que Marvel decidiera volver a experimentar con uno de sus personajes menos taquilleros pero que le dejó un público de nicho, uno que quizá pueda ser más útil en las próximas cintas. Sí, estamos hablando de Ant-Man. 

Hace tres años la primera cinta llegó con una premisa poco prometedora y una orientación hacia la comedia, donde Paul Rudd nos supo vender al ladrón convertido en micro superhéroe llamado Ant-Man, donde Michael Peña nos dejó convencidos que se puede seguir contento si te quedas con la camioneta y Michael Douglas y Evangeline Lilly supieron complementar a Rudd interpretando accidentalmente al mentor y  al interés amoroso respectivamente. 

En Ant-Man y La Avispa, vemos al elenco original de regreso bajo la dirección de Peyton Reed, agregando también las actuaciones de Michelle Pfeiffer, Hannah John-Kamen, Laurence Fishburne, Walton Goggins y Randall Park entre otros actores. 

 

Ant-Man es un superheroe que se hace chiquito y se hace grandote.. .

Dos años después de los eventos de Captain America: Civil War, Scott Lang está por terminar de cumplir su condena de prisión domiciliaria por dos años, cuando es nuevamente involucrado en una investigación de Hank Pym y su hija Hope, pues sospechan que Janet Van Dyne, la esposa de Hank, sigue viva en el mundo cuántico, pero una villana llamada Ghost buscará usar la tecnología Pym para sus propios propósitos, lo cual hará que Lang arriesgue su libertad y el poder ver a su hija otra vez, para salvar a sus amigos. 

Es probable que, desde que vieron la primera cinta de Ant-Man, hayan perdido interés por ver una secuela, pero quienes disfrutaron la primera cinta, saben que Reed tiene guardados varios ases bajo la manga, que trata de aprovechar bastante bien, como el hecho de saber utilizar los efectos visuales, especialmente los prácticos para hacernos disfrutar de las ventajas de aumentar o reducir de tamaño las cosas y usarlas de todas las maneras posibles. Esto se refleja principalmente en las habilidades que muestra Hope cuando viste su traje de Wasp, la cual muestra más habilidad y experiencia que Scott con su traje de Ant-Man. 

Y si, el uso constante de las partículas Pym, es el gag constante, en algunos ratos es impresionante, en algunos ratos desgastante. Pese a eso sabe vender bastante bien ese guion para incluso darse el lujo de mejorar un chiste que a Deadpool no le salió tan bien en su secuela. Si, puede ser que hasta en ciertos momentos veamos la influencia de los chistes de la famosa chiquitolina, pero Reed sabe llevarnos bien en sus bromas. 

 

Esta vez llega acompañado de The Wasp, la hija del Doctor Pym…

De ahí podemos notar que el guion no es tampoco tan profundo y que, pese a que los eventos de Infinity War están casi a la vuelta de lo ocurrido en esta cinta, Ant-Man y la Avispa decide evitar tocar el tema en lo absoluto. Esto nos permite explorar con calma esta historia que, si bien, parece acusar de la falta absoluta de un villano, en realidad nos permite ver una historia donde la humanidad de los personajes nos hace notar que todos tenemos tonos de gris. 

Si, Ghost no es precisamente una villana, más bien, una anti heroína que toma el rol antagónico para algo que suena predecible desde el momento en que se presenta e incluso la enemistad que tiene el mentor de Ghost con Hank Pym no es tampoco tan impactante como para pensar que alguien pueda morir así nomás. No se busca conquistar al mundo, no se busca el dominio del poder absoluto, solamente poseer algo que les dará soluciones o dinero a quien lo tenga. Si, en ese punto la villanía cae en un punto que puede sonar plano para unos y profundo para otros. 

Y esta historia es fácil de narrar, incluso un niño puede observar la película y si bien tiene momentos violentos, ninguno como para horrorizar a los niños que, con ayuda de sus padres, tíos o por pura equivocación se hayan metido a ver una cinta clasificación B. De hecho hasta en esos momentos habrá situaciones dignas de comedia de pastelazo o de animaciones a la Tom y Jerry de las que saldremos por lo menos con una sonrisa. 

 

The Ghost, una antiheroina con una afección que la hace vestir igual que su figura de acción.

El elenco que heredó de la primera cinta sigue funcionando bien, especialmente Evangeline Lilly quien destaca al interpretar a la Avispa, mostrando un personaje más equilibrado en la cinta anterior y que, si se lo propusiera, pudo haber liderado esta cinta sin la ayuda de Scott Lang, quien pasa a ser ahora tan solo un hilo conductor en la trama. Incluso Michael Douglas, quien interpreta al Doctor Pym, tiene un personaje que influye fuertemente en la trama y que pesa mucho tanto en los protagonistas como en los antagonistas, haciendo que pese mucho la experiencia de Douglas en ese estilo de personaje pedante pero divertido que ha sabido hacer con los años. 

De ahí vemos a un Michael Peña que sigue haciendo bien funcionar sus gags, un Stan Lee con un cameo un tanto circunstancial pero gracioso, y de los actores nuevos, observamos a una Hannah John-Kamen que hace bien su tarea y cumple con su personaje, una Michelle Pfeiffer que nos emociona con lo poco que tiene en pantalla, aunque Laurence Fishburne y Walton Goggins no logran destacar tanto, como atrapados en los estereotipos de los personajes que han interpretado en los últimos años (definitivamente Goggins jamás saldrá del bandido que interpretó con Tarantino y lo demostró tanto aquí como en Tomb Raider). 

Y si los efectos prácticos funcionan en el uso de las partículas Pym, no es de demeritarse el uso de los efectos por computadora para mostrar los viajes al mundo cuántico en algunas escenas de la película, las cuales son más digeribles que en la cinta anterior, donde realmente uno se preguntó qué se había fumado el director de arte, en este caso, los efectos son más fáciles de analizar a la vista y las criaturas son incluso más temibles. Definitivamente queda algo lejos de lo visto en otras cintas del Universo Cinemático Marvel pero aún con eso el apartado visual se defiende bien. 

 

¿Cuánto tiempo durará esta hormiga después de que la nombren Ant-hony?

La banda sonora es algo que no resalta mucho en esta cinta, sabe respaldar bien las escenas que vemos en la historia, pero nada que pudiera quedarse en nuestra cabeza. Claro, no es Guardianes de la Galaxia, pero es bonito ver que una canción tradicional mexicana aparezca considerada en la banda sonora… solo por aparecer sonando en un claxon. 

Ant-Man y la Avispa cumple con la tarea, es una cinta que entretiene, pero no al nivel de las otras cintas que hemos visto del género este año. Sin tanta violencia, un niño puede verla con sus papás sin problema, consolidándose como una película buena para el verano. Sí, hay dos escenas post-créditos y los clavados en buscar relaciones con Infinity War, finalmente encontrarán algo guardado ahí. 

 

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