Son muchos los videojuegos de estrategia en tiempo real, o RTS por sus siglas en inglés, pero realmente pocos han marcado un hito en la historia de los videojuegos. Recordamos al antiguo Dune II: The Building Of A Dynasty, que sentó las bases de lo que debía ser el género (sin negar, de forma alguna, la influencia de sus antecesores), pasando por Warcraft: Orcs & Humans que nos enriqueció con su fantasía y la gran variedad de unidades, hasta el fabuloso Command & Conquer, que prácticamente se adueño de la última década del siglo XX. Después, con el soporte 3D, vimos desfilar un montón de títulos, algunos mejores que otros, cada uno más especializado que el anterior. Pero creo que todo mundo recuerda con singular cariño a uno en especial: Age of Empires II, un juego que hace unos años recibió su remasterización y que se sigue jugando, no sólo porque tiene un gran nivel competitivo sino porque ha entrado a la escena de los eSports. Y justamente son los RTS, uno de los géneros preferidos para este moderno deporte. En la actualidad, son éste y Starcraft II los más socorridos.

Pero siguen habiendo lanzamientos, no sólo de franquicias de la década pasada, sino de nuevas propuestas con temáticas y mecánicas interesantes. Este es el caso de Northgard, de Shiro Games, un RTS ambientado en la mitología nórdica que se encuentra en programa Early Access de Steam. Evidentemente, no es primer juego que trata el tema, pero ha pasado mucho tiempo para que otro estudio se animara a crear su propio desarrollo. Sin embargo, surgen preguntas al respecto… ¿Northgard estará, acaso, a la altura de las circunstancias? ¿será un juego entretenido, pero que además respete la temática que nos propone? e ¿innovará de alguna forma, como para que no se pierda en el olvido? Acompáñenme a descubrirlo.

¡Por Baldr!

Lo primero que notamos, apenas iniciamos, es su pulido menú de inicio. En este se encuentran presentes seis opciones, dos de las cuales aún están en desarrollo. De momento, carece de los modos Campaña y Multijugador, por lo que nos queda jugar en solitario. Además, encontraremos las opciones Cargar juego, por si nos quedamos en algún punto de una partida previa, Opciones, en donde podremos ajustar distintos parámetros, como la velocidad del scroll, el idioma (de momento, sólo Inglés, Alemán y Francés), así como algunas características gráficas y de sonido, además del listado del mapeado de los controles del teclado.

El minimalismo de su interfaz es algo bienvenido, pues muchos de los juegos RTS carecen de la sencillez necesaria para que los novatos encuentren atractivo el género. Muchos jugadores lo evitan, precisamente por la complejidad de la interfaz, y encontrar algo tan agradable, seguro que los invitará a apasionarse por el género.

Lo siguiente sería iniciar la partida en Modo Un jugador, en la que simplemente deberemos escoger sus características, el color del equipo y el nivel de reto. Por lo que se deja ver en este espacio, parece ser que el Modo Multijugador constará de un máximo de cuatro jugadores, justificado también por el tamaño del mapa. Aquí también establecemos las condiciones de la victoria. Por ejemplo, se podría ganar por dominación, sabiduría, comercio, fama o algún elemento especial del mapa, como hacerse del árbol Yggdrasil después de vencer a unas valkirias y pagar un coste muy alto para adquirir el terreno en el que se encuentra.

Los tres clanes que podremos elegir de momento, serán Fenrir, Eikthiyrnir y Heidrun, cada uno los cuales ofrecerá características especiales al jugador. Fenrir nos da como bonos de inicio el dominio de la habilidad Forjador (Weaponsmith), la cual incrementa el ataque de los guerreros, además de que las unidades militares consumen menos alimentos y proveen felicidad. La felicidad será un factor importante dentro del juego, como veremos más adelante. Sin embargo, no son los únicos bonos que se ofrecerán. Cuando adquirimos fama, además obtendremos diversos modificadores y eventos que nos ofrecerán ventajas en la producción, la construcción y el ataque, entre otras. Pero pasemos a la partida…

Recibe la bendición de Freya, joven guerrero…

El juego consistirá en un mapa dividido en regiones, muchas de ellas inexploradas. Nuestro asentamiento se hallará en una, y nuestro primordial objetivo será expandirnos, ya que iniciaremos con recursos limitados, los mismos que no disponibles en nuestra región. Para ello contaremos con las construcciones básicas, clásicas del género. Primero que nada, la casa, que nos permitirá incrementar el número de aldeanos; después, la residencia de los exploradores, en donde deberemos entrenar a uno o dos aldeanos para que se conviertan en scouts e inicien la exploración del mapa. No, los aldeanos no pueden explorar el mapa, pero sí son unidades muy importantes, porque son recolectores naturales. Y enseguida, continuaremos con la construcción de aserradero, el hogar de los taladores. Estas son las unidades básicas que nos permitirán sobrevivir y tener perspectivas de crecimiento.

Al poner a todos a trabajar en construcción, veremos como desciende la disponibilidad de recursos.

Una vez que hemos encontrado una región adyacente a la nuestra en la cual no haya peligro alguno, podremos adquirirla por cierta cantidad de alimentos, que se va duplicando conforme nos adjudicamos más regiones. Es así que el costo de la primera región será de 20 unidades, de la segunda, 40, de la tercera, 80, y así sucesivamente. En cada región podrán haber o no recursos adicionales, como piedra y hierro, o un campo fértil, necesario para construir campos de cultivo. Pero la será tan fácil, pues tendremos que generar los recursos necesarios, y disponer sabiamente de nuestras unidades para que algunos trabajen como taladores y otros continúen con la recolección.

Cuando encontremos una región habitada por animales salvajes o monstruos, no podremos adquirirla hasta que hayamos matado a las alimañas. Para eso deberemos crear la casa de guerra y entrenar a algunos aldeanos para que se conviertan en guerreros. Estos serán las únicas unidades capaces de limpiar una región, aunque siempre deberemos tener cuidado de contar con el número adecuado para atacar a los mobs.

Nuestros exploradores no sólo sirven para descubrir nuevas regiones. También pueden investigar ruinas de regiones recién adquiridas, en donde tal vez descubriremos grandes tesoros.

Y así les podría estar describiendo a detalle cada una de las construcciones de Northgard, pero ese no es el objetivo de este previo. Sólo cabe decir que los chicos de Shiro Games le han metido mucho detalle al juego, con unidades muy diversas, que van desde las ya mencionadas a pescadores, campesinos, sanadores, cerveceros, marinos, comerciantes y más, además de que cada cual tiene su construcción, y se toma en cuenta cada posible situación.

Entre los enemigos más característicos estarán los lobos, los osos y los draugr, además de los guerreros de los otros clanes. Aunque hay que señalar que además se contará con mobs especiales, propios de cada partida. Por ejemplo, en ocasiones nos tocará jugar en un mapa donde se levela que habitan los jötnar, unos seres gigantes que son bastante pacíficos, y con los cuales se puede comerciar, e incluso ganar su favor al llegar al 100% de sus requerimientos. En otras ocasiones, nos tocará encontrar al árbol Yggdrasil, y en otras, a Wyvern, un gran dragón azul. Los desarrolladores siguen agregando contenido, y eso es algo genial.

Jörð escucha tu corazón

Y ahora toca hablar de lo que hace diferente a Northgard del resto. Primero, lo evidente, la ambientación en la mitología nórdica, que estéticamente ha sido muy bien lograda. Lo segundo, es el sistema cultural o loremaster. Conforme nos expandimos o simplemente generamos recursos, el clan estará generando puntos de lore, que nos servirán desbloquear mejoras y características del juego. Por ejemplo, se puede tener un comerciante, pero para establecer una ruta comercial deberemos aprender a negociar. Es allí donde desbloqueamos esa y otras mejoras, como la navegación, que no está disponible de inmediato, o los abrigos de pieles, que reducen el consumo de alimentos en invierno.

Si completamos cierto número de habilidades, subiremos de nivel a thane (un título equiparable a la baronía), y después, a jarl (conde). Esto nos acercará a la posibilidad de ganar por fama, aunque igualmente podremos continuar el juego después de haber ganado para completar otras formas de ganar, incluyendo la más severa de todas: la dominación.

¡No puedo esperar demasiado para tener la oportunidad de jugarlo con amigos!

Por otra parte, el juego tiene un sistema de retos bastante interesante. No sólo tendremos que soportar a los intrusos de los campos aledaños, también habrán eventos catastróficos que nos pondrán en un dilema. En alguna ocasión, deberemos de soportar inviernos más difíciles que los normales pues puede darse el caso de tener que reservar mucho alimento y madera para sobrevivir a una ventisca; o a las secuelas de un terremoto, a una epidemia de ratas, y otros que no he podido probar por completo, ya que una partida típica puede durar de una a dos horas.

Para concluir mi escrito, considero que debemos estar atentos a Northgard, que se puede convertir por derecho propio en uno de los mejores juegos indie del año, y que además tiene amplias posibilidades de colocarse en la historia como uno de los más divertidos RTS adaptados de la cultura nórdica. Por mi parte les aconsejo que lo compren, tanto si son adictos al género como si son jugadores casuales. Northgard promete mucho y lo ha estado cumpliendo. ¡Felicidades, Shiro Games!